Un estudio muestra a Europa cómo alcanzar el objetivo de Kyoto
Los participantes en un reciente estudio finlandés han afirmado que el hecho de instalar dispositivos basados en superconductores de alta temperatura (HTS) en la red de energía eléctrica de la UE ayudaría a reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un volumen de hasta 52 millones de toneladas. Los dispositivos HTS están capacitados para transportar la corriente eléctrica sin resistencia, lo cual hace que la energía se elimine en forma de calor excedente. Otros dispositivos de superconductividad necesitan mantenerse a baja temperatura para funcionar satisfactoriamente, pero los dispositivos HTS pueden trabajar a temperaturas mucho más elevadas. Esto evita la producción adicional de energía, con lo cual disminuyen las emisiones de gas de efecto invernadero. Aunque los dispositivos HTS ya se han desarrollado en los sectores de la tecnología informática y la fabricación de motores para automóviles, Risto Mikkonen, el científico que dirigió el estudio, y sus colegas de la Unidad de superconductividad de la Universidad de Tampere en Finlandia, decidieron explorar el potencial comercial de estos materiales para reducir los gases de efecto invernadero en la producción de energía. La producción de energía es la mayor fuente de emisiones de gas de efecto invernadero. De conformidad con el acuerdo de Kyoto, la UE se ha comprometido a reducir las emisiones de gas de efecto invernadero en un ocho por ciento durante el primer período de compromiso, desde 2008 hasta 2012. Utilizando como modelo la red eléctrica finlandesa, el equipo de expertos evaluó lo que ocurriría si todos los transformadores, generadores y motores síncronos convencionales existentes en Finlandia fuesen sustituidos por dispositivos HTS, teniendo en cuenta la producción y el consumo de electricidad. Tomando como base el mínimo de energía necesario para que los dispositivos fuesen viables desde el punto de vista comercial, el estudio descubrió que, sólo en la red finlandesa de energía eléctrica, las emisiones de dióxido de carbono podrían reducirse entre 800.000 y 1.550.000 toneladas anuales, lo cual representa el uno y el dos por ciento de las emisiones de gas de efecto invernadero producidas por Finlandia. Ampliando los resultados al conjunto de la UE, el estudio descubrió que las emisiones de CO2 podían reducirse entre 27 y 53 millones de toneladas, equivalentes a una cifra comprendida entre el 33 y el 65 por ciento del compromiso de Kyoto de la UE. Basándose en un modelo de penetración en el mercado, el Dr. Mikkonen y su equipo han calculado que se tardaría un mínimo de 20 años para lograr esta reducción, cuestión que, en su opinión, no debería impedir la instalación de dichos materiales. "Nuestros resultados interesarán a los fabricantes de dispositivos que buscan constantemente nuevos desarrollos en el sector de la energía eléctrica. Aunque se tarde cierto tiempo en introducir esta nueva tecnología, los beneficios ecológicos podrían acelerar su comercialización," sostuvo el Dr. Mikkonen.
Países
Finlandia