Un sistema europeo de información sobre incendios forestales reducirá los fuegos
Aunque algunos de los incendios forestales que están arrasando Portugal y Francia se cree que han sido intencionados, la Comisión Europea ha desarrollado un sistema diseñado para reducir el riesgo de incendios forestales en época estival. El sistema europeo de información sobre incendios forestales, desarrollado junto con el Centro Común de Investigación (CCI) y la DG de Medio Ambiente, es una propuesta paneuropea orientada a evaluar los riesgos de incendios forestales a largo y corto plazo, y los daños que causan. El sistema utiliza índices especiales para evaluar los riesgos, incluido el índice de incendio potencial (FPI), que considera las diferencias entre regiones y las variables dinámicas como el verdor relativo de la vegetación, la tensión hídrica y las condiciones meteorológicas. El sistema tiene en cuenta también factores estáticos objetivos, como el tipo de vegetación forestal. Los mapas informatizados por el sistema para pronosticar el riesgo de incendios se distribuyen cada mañana a través de Internet a los servicios de protección civil y de incendios forestales de los respectivos Estados miembros, y a los de protección civil de la DG de Medio Ambiente. Estos mapas constituyen una fuente adicional de información para los Estados miembros y contribuyen a reforzar la colaboración internacional durante las campañas de lucha contra los incendios forestales. Los mecanismos de alerta rápida asisten también a los servicios de protección civil y de incendios forestales en los Estados miembros de la UE en la preparación de sus estrategias de lucha contra los incendios. "A través de la coordinación y de las experiencias compartidas entre los Estados miembros de la UE, podemos reducir de forma considerable el riesgo de devastación de los incendios, mejorar la protección a nuestros ciudadanos y preservar nuestros hábitat naturales", declaró el Comisario de Investigación de la UE, Philippe Busquin. Los incendios forestales han quemado más de 30.000 hectáreas de terreno en Francia y 54.000 en Portugal y, hasta el momento, un total de 14 personas han perdido sus vidas.