Los proyectos sobre calidad y seguridad de los alimentos del VI Programa Marco adoptan el enfoque de "la granja a la mesa"
La Comisión ha publicado las síntesis de la primera tanda de proyectos que tiene previsto financiar a través de la prioridad "calidad y seguridad de los alimentos" del VI Programa Marco. Tras anunciarse por primera vez en julio los resultados de la convocatoria, la UE ha concedido financiación por un total de 166 millones de euros a 36 proyectos. La composición de los proyectos seleccionados plasma el objetivo de la Comisión de abordar los aspectos de la calidad y la seguridad en toda la cadena alimentaria, desde la producción elemental de piensos al consumo o, lo que es lo mismo, el enfoque de la "granja a la mesa". El enfoque comienza con la salud y el bienestar de los consumidores. Muchas enfermedades y disfunciones que prevalecen aún hoy en día en Europa pueden relacionarse con la dieta, la estructura genética y el estilo de vida. Dos proyectos: una acción concertada y un proyecto específico de investigación focalizado abordarán el tema de la prevención de las enfermedades degenerativas en los seres humanos, centrándose específicamente en la influencia de la nutrición y el estilo de vida para lograr un envejecimiento más saludable. El primer proyecto se dirige a mejorar el conocimiento acerca de cómo una dieta puede estimular un envejecimiento con salud. Se espera que mediante la coordinación de las investigaciones en este campo, el proyecto contribuya a mejorar la calidad de vida de los mayores; reduzca los costes de la sanidad pública a través de la prevención de enfermedades relacionadas con la nutrición; y promueva el desarrollo de alimentos equilibrados a nivel nutricional especialmente diseñados para la población de edades más avanzadas. El segundo proyecto analizará el impacto nutricional del zinc, un ámbito que hasta ahora no había sido investigado con detenimiento. El zinc es conocido por ser un nutriente muy beneficioso que controla el desarrollo y funcionamiento de las células inmunológicas y contribuye a mantener la integridad y estabilidad genómica. Sin embargo, en la vejez, la absorción de zinc disminuye debido a una dieta inadecuada y a la mala absorción intestinal, lo que causa debilidad, discapacidad general y un aumento de la incidencia de enfermedades degenerativas relacionadas con la edad avanzada como son el cáncer y la ateroesclerosis. Se evaluará la deficiencia de zinc en los mayores y los resultados constituirán la base para fomentar un envejecimiento en condiciones de salud favorable a través de la ingesta de suplementos de zinc, así como el desarrollo de nuevos fármacos antienvejecimiento a base de este elemento. Una serie de proyectos seleccionados para ser financiados identifican y evalúan también los riesgos potenciales para la salud asociados a los métodos de elaboración de productos alimentarios. Uno de los proyectos, en concreto, se centra en los riesgos recientemente descubiertos que suponen para la salud los compuestos peligrosos encontrados en los alimentos ricos en hidratos de carbono sometidos a altas temperaturas, donde se pueden formar cantidades sustanciales de acrilamida y otros componentes similares. A fin de evaluar los riesgos potenciales, el proyecto analizará la forma en que se cocinan los alimentos y los métodos de elaboración industrial y en los hogares para poder controlar y minimizar la formación de compuestos peligrosos, como la acrilamida, los compuestos de carbonilo insaturados y los furanes, que se forman durante la cocción. Además de garantizar la salud y el bienestar de los ciudadanos europeos a través de una mejor comprensión sobre cómo influye la ingesta de alimentos y los factores medioambientales en la salud humana, la primera serie de proyectos se centra también en mejorar el bienestar de los animales. En este contexto, se ha seleccionado un proyecto integrado para desarrollar metodologías de evaluación concluyentes en las granjas, junto con marcos de información y una serie de mejoras orientadas al bienestar de los animales. Se espera que, mediante el establecimiento de un dialogo más intenso entre los agricultores, los consumidores y los científicos se mejoren los métodos de producción y se respeten el bienestar de los animales y la calidad de los alimentos.