Problemas técnicos dejan en tierra a Rosetta
El lanzamiento de Rosetta, una misión europea que pretende posar una sonda espacial sobre un cometa, fue suspendida por segunda vez consecutiva el 27 de febrero, tras descubrir en una última inspección del cohete Ariane 5 que se había desprendido un trozo de aislante del depósito principal. La misión estaba planificada para el 26 de febrero, pero los fuertes vientos existentes en el puerto espacial de Kourou, Guayana Francesa, obligaron a los controladores a retrasar el lanzamiento 24 horas. La Agencia Espacial Europea (ESA) señaló que el próximo intento de lanzamiento será "a principios de la semana que viene". La decisión de cancelar el lanzamiento se tomó ante el temor de que la pieza de aislante desprendida pudiera dañar la nave durante el despegue. "Se podía haber formado una gran pieza de hielo en el depósito en el momento de rellenarlo con hidrógeno líquido" señaló Jean-Yves Le Gall, presidente de Arianespace. "Si ese gran cubo de hielo, para entendernos, se hubiera desprendido durante el lanzamiento, podría haber dañado el cohete". Añadió que habían llevado el cohete de nuevo al edificio de ensamblaje para que los ingenieros puedan repararlo durante el fin de semana. Debido a la compleja trayectoria que seguirá la sonda Rosetta para encontrarse con el cometa Churyumov-Gerasimenko, la misión no dispone de la habitual ventana de lanzamiento sino de un instante de lanzamiento. Para que todo vaya bien, Rosetta debe despegar a las 07:36 GMT. De acuerdo con los planes actuales de la misión, este instante de lanzamiento se extiende sólo hasta el 17 de marzo. Un portavoz de la ESA manifestó que no existen planes para realizar un lanzamiento después de esa.