Las empresas europeas exigen una acción urgente en torno a la innovación
Durante la conferencia de prensa organizada para presentar la tercera Cumbre Europea de la Empresa (EBS), que tendrá lugar del 11 al 12 de marzo en Bruselas, se hizo un llamamiento a los políticos, en nombre de las empresas, para que tomen medidas urgentes que permitan a éstas innovar. Si continua la tendencia actual, la investigación futura se desarrollará fuera de la UE, advierte un estudio presentado en la conferencia. El estudio ha sido realizado por la compañía Arthur D Little para la tercera EBS, que se centrará en 'Investigación e innovación: una estrategia europea para aumentar el crecimiento y el empleo'. Los resultados auguran un crudo panorama para el futuro de la investigación europea si no se toman medidas a escala nacional. Un buen número de gerentes de empresa de Bélgica, Austria y Alemania, encuestados en el marco del estudio, declararon que para ellos la innovación es una de las mayores prioridades, pero que prevén una expansión de la investigación y desarrollo (I+D) fuera de su país, y probablemente fuera de Europa, a menos que sus gobiernos apoyen las condiciones nacionales en los próximos años. Las condiciones nacionales se refieren a impuestos, incentivos fiscales, mercado laboral, educación, normativas sobre medio ambiente, permisos y transferencia de tecnología de la investigación universitaria. Los representantes de las empresas a los que se entrevistó para este estudio destacaron también que la continuidad política es un elemento esencial. Sin estabilidad y fiabilidad en las condiciones nacionales, es muy difícil para ellos planificar una estrategia de innovación para un determinado plazo. El estudio hace por tanto un llamamiento a los responsables de la política estatal para mejorar el tratamiento fiscal de la I+D y ofrecer incentivos fiscales que promuevan la I+D; para mejorar el apoyo existente a I+D y disminuir la burocracia relacionada con ella; para reducir las trabas reguladoras, como la obtención de permisos o la adquisición de patentes; y para estimular una mayor aplicación y una orientación industrial de la investigación pública en las universidades. Según el estudio, si no se toman esas medidas las consecuencias pueden ser tres: las empresas que se lo puedan permitir, trasladarán su capacidad de I+D fuera de Europa; las que no puedan hacerlo, como las pequeñas y medianas empresas (PYME), se arriesgarán a innovar menos y por tanto perder su ventaja competitiva; y lo que es más importante, muchas de las nuevas empresas innovadoras no se crearán en primer lugar. Philippe de Buck van Overstraeten, Secretario General de UNICE, la unión de confederaciones europeas de empleados e industriales, coincidió con las conclusiones del estudio y declaró que para garantizar un rendimiento satisfactorio el gasto estatal debe corresponderse con el marco regulador apropiado. No obstante, advirtió de que 'en Europa el rendimiento no está al mismo nivel que en otros lugares'. Sobre la labor de las universidades, el Sr. Buck van Overstraeten subrayó la necesidad de hacer una política universitaria mejor en Europa. 'Actualmente' -dijo- si bien en general las universidades europeas son mejores que las estadounidenses, existe una carencia de universidades de más alto nivel. Kurt Vandenberghe, del gabinete del Comisario europeo de Investigación Philippe Busquin, comentó que el congreso internacional sobre universidades europeas, que se celebrará en Lieja del 26 al 28 de abril tendrá precisamente ese objetivo. "El congreso, el primero de este tipo, trabajará sobre una estrategia europea para la investigación y la innovación basada en la universidad". El Sr. Vandenberghe continuó diciendo que tomar medidas a escala nacional es una cosa, pero que el resto depende de los Estados miembros. "Tenemos razones para ser pesimistas si Europa y los Estados miembros no cumplen la agenda de Lisboa -señaló- Necesitamos una dinámica positiva". Una primera medida consistiría en que Francia, Alemania y Reino Unido, los motores de la economía europea, imitaran el ejemplo de Finlandia y Suecia, que destinan respectivamente un 4,3 y un 3,8 por ciento de su PIB a la investigación. "Suecia y Finlandia son la prueba de que lo que se necesita no es una desregulación sino una regulación inteligente", declaró el Sr. Vandenberghe, quien concluyó diciendo que la Comisión anima a las empresas a usar la EBS como plataforma para enviar fuertes señales a los responsables políticos antes del Consejo de Primavera.