Un nuevo estudio destaca la oportunidad de reducir las emisiones de CO2
El 10 de marzo entró en vigor la Decisión del Consejo y el Parlamento Europeo que obliga a todos los Estados miembros de la UE a cumplir los objetivos y los requisitos del protocolo de Kioto de 1997. De acuerdo con los términos del acuerdo internacional, la UE se ha comprometido a reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero en un ocho por ciento sobre los niveles de 1990 durante el primer "plazo del pacto" que comprende el período entre 2008 y 2012. El gas de efecto invernadero que con más frecuencia se libera a la atmósfera como consecuencia de la actividad humana y que contribuye al calentamiento global es el dióxido de carbono (CO2). La Comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallström, recibió con satisfacción la Decisión y declaró que "ahora hemos aprobado la legislación comunitaria necesaria para cumplir nuestros compromisos respecto al protocolo de Kioto. Como un bloque fuerte de lo que pronto serán 25 países, la Unión Europea tiene la obligación especial de mostrar un liderazgo mundial y abrir el camino a otros estados para que sigan su ejemplo". No obstante, el 4 de marzo el ECOFYS - uno de los principales institutos europeos de investigación sobre el uso eficiente de la energía - publicó nuevos datos que mencionaban una serie de medidas que podrían mejorar de forma importante el efecto de la legislación comunitaria dirigida a reducir las emisiones de CO2. La Directiva europea sobre ahorro de energía en los edificios (EPB) entró en vigor en diciembre de 2002; su objetivo es mejorar el aislamiento, los sistemas de calefacción y refrigeración y los sistemas de generación energética para reducir las emisiones de los gases de efecto invernadero. El sector de la construcción y el uso energético en los edificios causan más del 40 por ciento de las emisiones de CO2 en Europa, más que todos los medios de transporte juntos. De acuerdo con el ámbito de aplicación actual de la directiva EPB, los edificios nuevos deben cumplir unos estrictos requisitos sobre eficiencia energética, así como los edificios antiguos de más de 1.000 metros cuadrados que sufran reformas importantes. Según el informe ECOFYS, en su forma actual la Directiva "tendrá un efecto importante sobre las emisiones de CO2 del sector de la construcción en Europa". En realidad, el ECOFYS calcula que para el año 2010 las emisiones de CO2 de los edificios de los actuales 15 Estados miembros se habrán reducido en 34 megatones (Mt) por año gracias a la Directiva EPB. Sin embargo, el informe señala que si se amplía el ámbito de aplicación de la Directiva para abarcar todos los edificios renovados, incluidas las viviendas individuales, las emisiones de CO2 se podrían reducir el doble en el mismo plazo de tiempo. Esto se debe al hecho de que la fuente principal de emisiones de CO2 de los edificios es el sector residencial, que contribuye con el 77 por ciento del total. Dentro de este sector, las viviendas unifamiliares, que pocas veces exceden de 1.000 metros cuadrados, causan el 60 por ciento de las emisiones. Por tanto, el informe de ECOFYS concluye que "es probable que exista una presión considerable sobre el sector de la construcción europeo para que contribuya a los objetivos climáticos de la UE más allá de lo que se conseguiría con la actual Directiva EPB [...] por lo que es aconsejable que los legisladores nacionales y de la UE [...] tomen medidas urgentes para aprovechar las posibilidades de reducir las emisiones en el sector de la construcción mediante la inclusión en la Directiva EPB de todos los edificios renovados". El informe de ECOFYS se realizó por encargo de EURIMA, la Asociación de Fabricantes Europeos del Aislamiento, y de EuroACE, la Alianza Europea de Empresas para la Eficiencia Energética en los Edificios.