Una encuesta de opinión pública británica refleja que la nanotecnología pasa desapercibida
La Royal Society y la Royal Academy of Engineering del Reino Unido publicaron conjuntamente el 15 de marzo una encuesta de opinión pública cuyos resultados revelan que la inmensa mayoría de los ciudadanos británicos no saben lo que es la nanotecnología. La encuesta señala que sólo el 29 por ciento de los encuestados dijo haber oído hablar de la nanotecnología y solamente el 19 por ciento fue capaz de dar alguna definición de la misma, correcta o incorrectamente. Sin embargo, de las personas que dieron alguna definición, el 68 por ciento señaló que la nanotecnología "mejoraría las cosas en el futuro". La encuesta, realizada por la BMRB, forma parte de la labor conjunta que desarrolla el grupo de trabajo sobre nanotecnología de la Royal Society-Royal Academy of Engineering. El grupo de trabajo se encarga de elaborar para el Departamento británico de Ciencia y Tecnología un informe global sobre la nanotecnología antes del verano de 2004. En respuesta a los resultados de la encuesta de opinión pública, el Profesor Nick Pidgeon, del grupo de trabajo, señalaba lo siguiente: "no nos choca constatar que la mayoría de la gente no ha oído hablar nunca de la nanotecnología, porque se trata todavía de un campo relativamente nuevo. Sin embargo, resulta un poco sorprendente que de aquellos que saben algo sobre el tema la mayoría piense que la nanotecnología va a tener un efecto beneficioso en el futuro, en vista de algunas de las noticias emitidas en los medios de comunicación sobre los daños potenciales de las nanopartículas y sobre la posibilidad de que los robots nanotecnológicos tiñan de gris el mundo". El 15 de marzo también se publicaron los resultados de dos seminarios organizados por el grupo de trabajo para analizar la opinión pública en profundidad. Estos acontecimientos provocaron reacciones de distinto tipo cuando se explicó el concepto de nanotecnología a los participantes. En la parte positiva, los participantes expresaron su sensación de que la nanotecnología permitiría un mejor funcionamiento y una mayor utilidad de los productos más pequeños, como los ordenadores. La gente se mostró también entusiasmada ante las posibles aplicaciones médicas de la tecnología y su posible efecto en los materiales y en los productos cosméticos. No obstante, la mayor miniaturización que promete la nanotecnología provocó también el temor respecto al uso de los equipos de vigilancia y la pérdida de la intimidad. En el transcurso de los seminarios, "los participantes establecieron un paralelismo con el tema de los productos genéticamente modificados al plantearse las implicaciones éticas de la nanotecnología, ya que entendieron que ambas cuestiones implican una serie de cambios en el nivel más elemental para crear algo que no sucede en la naturaleza", señalan los resultados. Los participantes manifestaron su deseo de que la nanotecnología sea controlada y regulada, pero no se mostraron tan seguros del papel que debería desempeñar la opinión pública en este proceso. Se debatió el hecho de que el gobierno y los científicos no tengan derecho a tomar decisiones en nombre de las personas, pero otros participantes mostraron su falta de confianza en que se escuche la voz de la opinión pública a pesar de que participe en el debate sobre la nanotecnología.
Países
Reino Unido