El gasto de la UE en productos alimentarios ecológicos se dobló en los últimos cinco años
Un nuevo informe ha revelado que los consumidores europeos gastan en productos ecológicos el doble que a finales de los noventa. Según el informe, sin embargo, el precio sigue siendo una barrera clave al crecimiento, ya que los consumidores no están dispuestos a pagar más. En los pasados cinco años presenciamos una explosión de productos ecológicos en el mercado, registrándose una duplicación de las ventas en Europa desde 1998. Los consumidores de España, Italia, Alemania, el Reino Unido y Francia gastaron un total de 8 mil millones de euros en productos ecológicos. Sólo en Alemania, este mercado alcanzó los 3,2 mil millones de euros, más que en Francia y Reino Unido juntos. Los alemanes son por lo tanto los consumidores que más dinero se gastan en productos ecológicos, en 2003 registraron un gasto de 38 euros por persona, seguidos de los británicos con 28 euros, y por los franceses y los italianos, que gastaron 25 euros. La lista concluye con los españoles, con una media de tan sólo 5 euros. En 2003, el mercado alemán casi ha llegado a duplicarse, con una cuota del 40 por ciento del mercado total europeo, "lo que no deja de ser sorprendente, considerando que en 1998 era ya con bastante diferencia el mayor mercado de productos ecológicos," constata el informe. Y estima, además, que el mercado de productos ecológicos alemán continuará siendo el que crezca con mayor rapidez. "Hoy, cada vez más alemanes intentan evitar los aditivos y se interesan por los productos "naturales", cuyo origen se puede "trazar"", declaró Michelle Strutton, jefa analista de consumo en Mintel, empresa que ha dirigido la investigación. Junto con las cuestiones medioambientales, son las preocupaciones referentes a la salud las que han contribuido al crecimiento del mercado de productos ecológicos durante los últimos años. El estudio demuestra también que durante los pasados cinco años el mercado español es el que ha experimentado el crecimiento más impresionante, a pesar de tener una base muy pequeña. El mercado ha crecido un 564 por ciento, lo que significa que ahora es seis veces más grande de lo que era en 1998. "Se espera también que el progresivo apoyo estatal contribuya a aumentar el consumo de los productos ecológicos, además de los esfuerzos de los productores en mejorar el etiquetado", comentó la Sra. Strutton. El lanzamiento de productos a un precio adecuado ha sido un tema clave de las ventas de productos ecológicos durante los pasados años y, según Mintel, sigue siendo un factor determinante del gasto de los consumidores. Una subida mayor de precios podría suponer una barrera para la completa evolución del mercado. De hecho, el estudio revela que una tercera parte de las tiendas son reacias a comprar productos ecológicos debido a su precio. Los productos ecológicos son normalmente entre un 20 y un 30 por ciento más caros que los alimentos producidos a partir de la agricultura intensiva, y el precio de la carne incluso supera estos porcentajes. Sólo una cuarta parte de los tenderos piensa que merece la pena pagar un dinero extra. Los productos ecológicos cuestan más que otros debido a que el rendimiento de las cosechas es menor, porque es una producción que requiere del agricultor una dedicación más intensiva y debido al alto precio de los componentes. En algunos países, la escasez de la oferta y los costes adicionales de distribución del género han incrementado también los precios. "En toda Europa pero, sobre todo, en el Reino Unido, debe plantearse de nuevo el valor real de los productos ecológicos", declaró la Sra. Strutton. O bien se reducen los precios de los productos ecológicos o la gente debe comprender por qué merece la pena pagar más por ellos. Si no se hace esto, el precio se convertirá en otra barrera más al crecimiento del mercado, añadió la Sra. Strutton. Con una floreciente demanda de productos "naturales" como telón de fondo, el fuerte crecimiento del mercado de productos ecológicos está asegurado, siempre que la industria se centre en los precios y en educar a los consumidores.
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