La Royal Society disiente de la comisión parlamentaria del Reino Unido sobre las pruebas de cultivos transgénicos
La Royal Society del Reino Unido ha arremetido contra los resultados de un informe elaborado por la comisión de auditoria medioambiental de la Cámara de los Comunes, por arrojar dudas sobre la fiabilidad de los resultados obtenidos en las evaluaciones del Gobierno sobre los cultivos modificados genéticamente en las explotaciones agrícolas. La Royal Society pidió a la comisión que retirara las críticas emitidas sobre las evaluaciones de los cultivos, las cuales calificó de "engañosas". En el informe publicado en marzo, la comisión de diputados cuestionó que el ámbito de las pruebas se había limitado demasiado, fallando a la hora de medir con precisión la producción de los cultivos, y que los efectos de estos cultivos sobre la diversidad biológica se habían evaluado sólo en relación con métodos de cultivo convencionales, en vez utilizar métodos que favorezcan más la biodiversidad, como los cultivos ecológicos. El informe concluye, que: "Sería irresponsable por parte del gobierno permitir la comercialización de cultivos de transgénicos basándose en un aspecto limitado, que no incluye toda la evaluación de la tecnología de transgénicos, incluso cuando no existan dudas acerca de la robustez, la validez y la relevancia de los resultados de las evaluaciones de las explotaciones agrícolas." La Royal Society defendió el 5 de mayo los resultados de las pruebas, que habían sido publicadas originariamente en la revista científica "Philosophical transactions of the Royal Society", en octubre de 2003. El presidente de la Royal Society, Lord May of Oxford, declaró: "He expresado a la comisión mi decepción porque todavía no se han retractado públicamente de las críticas engañosas de carácter periodístico sobre las pruebas de cultivos transgénicos." Y, continuó: "La declaración de la comisión, sobre "las dudas importantes en cuanto a la robustez, la validez y la relevancia" de los resultados de las evaluaciones de los cultivos es, además de imprecisa, perjudicial. [...] Si la comisión tenía estas dudas, ¿por qué no se las plantearon directamente a los científicos responsables de llevar a cabo las investigaciones en una sesión de declaración oral?" Otra de las críticas de la comisión se centró en el hecho de no se habían llevado a cabo recientemente investigaciones sobre las experiencias derivadas del cultivo de transgénicos en Norteamérica hasta que no se han conocido la mayoría de los resultados de las evaluaciones sobre las explotaciones agrícolas, por lo que presumiblemente no se incluirán en la actual decisión del Gobierno acerca de la autorización de los transgénicos. Lord May respondió, afirmando que: "La comisión cuestionó la validez de los documentos publicados en una revista paritaria, que representan la investigación más completa que se haya hecho jamás sobre ecología de tierras de cultivo. Y, sin embargo, parece dar gran importancia a un informe técnico sobre el uso de pesticidas asociado a los cultivos de transgénicos en Norteamérica, que, según confiesa el autor, se basa en datos extrapolados y no sujetos a revisión paritaria. La comisión no ha dado demasiada importancia a la información científica que ha estado sujeta a revisión paritaria." También se refirió a la utilidad de examinar las experiencias norteamericanas, entendiéndola como una visión general de las experiencias en torno a los cultivos de transgénicos, aunque advirtió que no debía concederse demasiada relevancia a estos datos, ya que los sistemas agrícolas y el uso del suelo en el Reino Unido difieren considerablemente de los de Norteamérica. Lord May concluyó que: "La cuestión más acuciante de las evaluaciones de las explotaciones agrícolas no es si los cultivos transgénicos son mejores o peores para el medioambiente que los convencionales sino, más bien, ¿qué es lo que queremos de la agricultura moderna? "Necesitamos poner en marcha un debate muy amplio sobre cómo las futuras tecnologías, incluidos los nuevos métodos no tradicionales de cultivos modificados genéticamente, podrían ser utilizados para minimizar las repercusiones nocivas de la agricultura sobre la fauna y flora silvestres de las tierras de cultivo. Quizás la comisión incluya esta cuestión en una futura investigación."
Países
Reino Unido