El informe de SBS demanda sueldos más altos para atraer a los mejores investigadores a las universidades británicas
Un nuevo informe de Save British Science (SBS), sobre cómo pueden las universidades del Reino Unido contratar y retener a los mejores investigadores ante la competencia global, sugiere que el gobierno aporte 250 millones de libras más (370 millones de euros) para aumentar los sueldos en la enseñanza superior. El informe, publicado en 5 de julio, se basa en las recomendaciones de un simposio que reunió a representantes de las universidades, del gobierno, de organizaciones benéficas y de la industria para debatir sobre esta cuestión. El estudio señala que el problema no se da en todos los departamentos de las instituciones, pero que las universidades británicas están atravesando dificultades para contratar y retener a investigadores de talla mundial en el campo de la ciencia y la tecnología. El informe hace referencia a las conclusiones de una encuesta nacional realizada recientemente en la que el 57 por ciento de las universidades afirmaban haber dejado vacantes algunos puestos científicos porque no pudieron encontrar candidatos con el perfil necesario. A pesar de que los participantes en el simposio se mostraron de acuerdo en que el mercado global de los investigadores depende de varios factores, decidieron centrarse en la remuneración como máxima preocupación. 'Es evidente que existen oportunidades profesionales para científicos de primera clase que de otra manera serían investigadores en el ámbito académico,' señala el informe, apuntando a las oportunidades dentro de la industria o de las universidades estadounidenses como ejemplos. 'Se deben incrementar los sueldos medios si queremos que la Enseñanza Superior mantenga su nivel competitivo. El informe menciona los datos estadísticos que parecen respaldar este argumento, con estudios que indican que los científicos que trabajan en la industria farmacéutica reciben entre un 20 y un 50 por ciento más de salario que sus homólogos universitarios. No obstante, identifica tres puntos esenciales en los que la competencia por el talento es especialmente fuerte: en el momento de entrar en la investigación académica, por ejemplo como investigador postdoctorado; en el momento en que un investigador debe ponerse a prueba a sí mismo; y en el momento en que los docentes universitarios acaparan el liderazgo, presidiendo importantes grupos de investigación o departamentos universitarios. En esos tres puntos críticos, las universidades británicas deben estar equipadas para competir con la industria y con los centros extranjeros, y aunque el informe reconoce que no todos los investigadores dispondrán de los sueldos más altos, critica el sistema actual de remuneración por el que los individuos deben adaptarse a la misma estructura rígida de pago. La solución que se propone es un sistema con más variabilidad, en el que se destinen más fondos para resolver el desequilibrio actual del mercado: Donde el mercado lo exija, algunas personas en determinadas disciplinas ganarán mucho más que otras, prevé el informe. En virtud de los cálculos de los sueldos medios que los mejores investigadores pueden percibir y sus trayectorias profesionales previstas, los participantes en el simposio proponen que el déficit actual se resuelva con una inyección de 250 millones de libras (370 millones de euros) por parte del gobierno. Según el Profesor Richard Joyner, Presidente de SBS: 'Nuestro informe presenta una propuesta razonable para el salario de los científicos, y cuantifica los costes en 250 millones de libras anuales, que es menos del 3 por ciento de la actual inversión anual del gobierno en la investigación y el desarrollo científico'. 'Con toda la nueva infraestructura que estamos consiguiendo, la ciencia británica tiene la posibilidad de ofrecer importantes ventajas para el contribuyente británico, pero si no resolvemos antes los problemas de la contratación y la retención de los mejores investigadores, corremos el riesgo de no obtener el máximo valor de la inversión que ya hemos realizado, dijo para concluir el profesor Joyner.
Países
Reino Unido