La ESA decide intervenir tras estudiar la forma de enfrentarse a los asteroides peligrosos
Después de analizar los resultados de seis misiones diferentes, todas ellas dirigidas a conocer mejor los objetos potencialmente peligrosos cercanos a la Tierra (NEO), la Agencia Espacial Europea (ESA) ha decidido poner en marcha una misión para desviar un asteroide. De las seis misiones estudiadas, tres eran observatorios espaciales para detectar NEO, mientras que las otras proponían escenarios para un encuentro. La decisión de decantarse por una de las últimas opciones se tomó a la luz de los recientes avances conseguidos en la observación desde la Tierra de asteroides, según la ESA. Fue una recomendación de un grupo de expertos en NEO, presidido por Alan Harris, del centro aerospacial alemán. El Dr.Harris señaló que "la tarea ha resultado muy dificultosa porque ha habido un cambio de planes. Cuando se encargaron los estudios, el negocio de los descubrimientos no estaba tan avanzado como ahora. Hoy en día, varias organizaciones están construyendo telescopios grandes en la Tierra que prometen detectar un alto porcentaje de la población de NEO a un tamaño aún menor de lo que es actualmente visible". Por tanto, el grupo asesor decidió dejar por el momento la labor de detección a los telescopios con base en la Tierra, y en su lugar conceder la máxima prioridad a las misiones de contacto. La decisión final fue la misión Don Quijote, que propone el envío de dos naves espaciales, Hidalgo y Sancho, al encuentro de un NEO. "Si uno piensa en la cadena de acontecimientos desde que se detecta un objeto peligroso hasta que se hace algo al efecto, existe un campo en el que no tenemos ninguna experiencia, y es la interacción directa con un asteroide para tratar de desviar su órbita", explicó el Dr. Harris. En el marco de la misión Don Quijote, ambas naves se lanzarán al mismo tiempo hacia un asteroide, pero Sancho tomará una ruta más rápida y llegará unos meses antes que Hidalgo. Sancho enviaría entonces intrusos y sismómetros a la superficie del asteroide para comenzar a observar y caracterizar su estructura interna. Sancho continuará observando cuando llegue Hidalgo y golpee al asteroide a una gran velocidad. Esto permitirá a Sancho obtener información sobre el comportamiento de la estructura interna del objeto durante el impacto, y además podrá excavar parte de su interior para seguir analizando la estructura. Tras el impacto, Sancho y los telescopios de la Tierra estudiarán el efecto de la colisión en la órbita y la rotación del objeto. El Dr. Harris lo explica así: "cuando hallemos un asteroide peligroso, podemos imaginar una misión del tipo Don Quijote antes de iniciar una misión de atenuación. Nos dirá cómo responde el objetivo a un impacto y nos ayudará a desarrollar una misión de atenuación mucho más eficaz". Las recomendaciones del grupo asesor de NEO han sido presentadas a los representantes de otras agencies espaciales nacionales, con la esperanza de poder realizar una misión conjunta entorno al concepto de Don Quijote. Con esa cooperación internacional, la ESA prevé el lanzamiento de la misión dentro de una década.