Canadá pretende superar el bajo nivel de participación en los programas marco con una nueva oficina de cooperación UE-Canadá
Tanto la UE como Canadá tienen que hacer más en cuanto a colaboración científica, según señala Paola de Rose, asesora de Ciencia y Tecnología de la Misión canadiense ante la UE. En su entrevista con CORDIS Noticias, la Sra. de Rose subrayó que no se ha tomado ninguna medida específica pese a la firma de un acuerdo de ciencia y tecnología en 1996 y de nuevo en 1999. La Sra. de Rose también señaló que, a pesar de que el Sexto Programa Marco (VI PM) 'hace gran parte de lo que tiene que hacer respecto a la colaboración paneuropea, no está diseñado para la colaboración fuera de la UE, y a menudo es muy difícil para terceros países participar en los proyectos del VI PM. De Rose ha trabajado en Bruselas durante tres años, tratando de intensificar la colaboración científica entre la UE y Canadá, ofreciendo información a investigadores canadienses y europeos sobre la forma de participación en consorcios multinacionales. En 2004 organizó dos seminarios, sobre el cambio climático y la genómica de la población, reuniendo a científicos de Canadá y de la UE, además de responsables políticos y entidades financieras. 'Ambos seminarios constituyeron un éxito, declaró la Sra. de Rose a CORDIS Noticias. Existe un gran interés por ambas partes'. Unos 120 canadienses participaron en los proyectos del V PM. Las estadísticas relativas al V PM son alentadoras, según la Sra. de Rose: aproximadamente 284 canadienses participaron en las propuestas. Evidentemente aún es pronto para conocer las cifras definitivas, pero los últimos números hablan de 30 proyectos aceptados en la primera convocatoria en los que participan científicos canadienses. 'Estoy satisfecha con la manera en que estamos avanzando, dijo la Sra. de Rose. No obstante, también señaló que, a pesar de que la colaboración funciona correctamente a nivel bilateral, sobre todo con Francia y Reino Unido, la colaboración en el ámbito comunitario sigue siendo más difícil, y que el grado de dificultad ha aumentado tras la ampliación. Esto se debe en parte a un problema de sensibilización, señaló de Rose, porque a menudo los científicos europeos no son conscientes de que pueden incluir a países terceros en sus proyectos. 'Es lamentable también que incluso dentro de la DG Investigación de la Comisión Europea, algunos representantes no conozcan el aspecto internacional de la colaboración, añadió. En 1996 se firmó por primera vez un acuerdo de ciencia y tecnología entre la UE y Canadá para cooperar en campos como la agricultura, la investigación médica y sanitaria, la energía no nuclear, el medio ambiente y la observación terrestre, la silvicultura, las tecnologías de la información y el procesamiento mineral. El acuerdo se modificó posteriormente, en 1999, para incluir la investigación en todos los sectores. El objetivo del acuerdo era abrir los programas de investigación de la UE a la participación de Canadá y viceversa, lo que significa que los científicos canadienses podrían participar en los programas comunitarios usando fondos canadienses y viceversa. 'Desgraciadamente,' declaró la Sra. de Rose, 'aunque la voluntad política está ahí, ninguna de las dos partes ha aportado dinero para ejecutar el acuerdo'. Cuando se le preguntó sobre las futuras medidas para aumentar la colaboración entre la UE y Canadá, la Sra. de Rose explicó que pretende presentar una propuesta como respuesta a una convocatoria abierta de la DG Investigación sobre colaboración internacional. 'La idea es crear un organismo dedicado que sea financiado a partes iguales por la UE y Canadá, explicó. El órgano se llamaría ERA-CAN, y tendría la forma de oficina de cooperación en materia científica y tecnológica entre Canadá y la UE con base en Ottawa. Su función sería estrechar los vínculos existentes entre Canadá y el Espacio Europeo de Investigación (EEI). Haciendo referencia al documento del concepto de ERA-CAN, la Sra. de Rose explicó que 'los científicos canadienses y europeos se beneficiarían de los servicios prácticos para facilitar el desarrollo de la I+D cooperativa. No hace falta que los gobiernos supervisen o faciliten toda la investigación cooperativa. De cualquier manera, algunos servicios para facilitar la colaboración están divididos, o escasean. ERA-CAN podría complementar lo que las partes interesadas acometen ahora en una forma relativamente descoordinada'. La oficina contribuiría a construir un grado mayor de cooperación en I+D, ofreciendo a las partes interesadas información sobre oportunidades, por ejemplo de investigación cooperativa, movilidad de los investigadores, realización de revisiones paritarias, transferencia de tecnología, diálogo sobre sistemas y resultados. La oficina no solamente proporcionaría información sobre asociaciones de mediación, financiación a la investigación y programas de becas, sino que ofrecería asesoramiento práctico en aplicaciones, contratos y cuestiones relativas a los derechos de propiedad intelectual.
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