La UE aplaude la decisión de Rusia de firmar el protocolo de Kyoto
El gobierno ruso ha votado a favor de ratificar el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático, una medida aplaudida por la UE y los grupos medioambientales. El gabinete ruso aprobó el tratado internacional el 30 de septiembre, y si la Duma, o el parlamento, respalda la decisión (que parece probable), el Protocolo de Kyoto entrará en vigor en todo el mundo dentro de 90 días. Para que el acuerdo sea legalmente vinculante, debe ser ratificado por los países que, en su conjunto, son responsables de al menos el 55 por ciento de las emisiones globales de gases invernadero según los niveles de 1990. Aparentemente, Estados Unidos - el mayor productor de gases invernadero del mundo - no está dispuesto a respaldar la iniciativa, por lo que el hecho de que el tratado resulte legalmente vinculante está ahora en manos de la ratificación rusa. La noticia fue gratamente recibida por el Presidente de la Comisión, Romano Prodi, que señaló lo siguiente: Si la Duma confirma la ratificación, querrá decir que el Protocolo Kyoto va a entrar en vigor definitivamente. Esto supone un gran éxito en la lucha internacional contra el cambio climático. La Comisión está deseando trabajar con Rusia en el desarrollo del protocolo.' El Sr. Prodi y la Comisión han impulsado siempre la cuestión del cambio climático en sus negociaciones con Rusia durante los últimos meses. De hecho, una semana antes de que el gabinete ruso tomara la decisión, el Presidente de la Comisión mantuvo una larga conversación telefónica sobre el protocolo de Kyoto con el Primer Ministro ruso, Vladimir Putin. 'La lucha mundial contra el cambio climático es una lucha que debe ganar nuestra generación en beneficio de nuestros niños y de este planeta. El Protocolo de Kyoto es la mejor arma que tiene la comunidad internacional a su disposición. Hoy, el presidente Putin ha mostrado señales evidentes de su compromiso y sentido de responsabilidad, añadió el Sr. Prodi. De acuerdo con el tratado, los países firmantes deberán mantener las emisiones de seis gases invernadero determinados por debajo de los niveles de 1990 entre 2008 y 2012. No obstante, algunos grupos ecologistas consideran que, lo que es más importante, la decisión del Kremlin facilitará después de 2012 el camino a las negociaciones internacionales sobre objetivos más estrictos en materia de emisiones. Bryony Worthington, responsable de la campaña sobre cambio climático de la organización Friends of the Earth, añade que 'esta decisión constituirá también una presión sobre EEUU y Australia, que no han querido unirse al esfuerzo internacional para evitar una catástrofe mundial. El tiempo corre. Necesitamos urgentemente una acción internacional, ahora.'
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