La Comisión revisa los cimientos económicos de la Estrategia de Lisboa
A la luz de la próxima revisión intermedia de la Estrategia de Lisboa, la Comisión Europea ha publicado la edición de 2004 de la Revisión Económica de la UE, que analiza cómo afectan en la actualidad las condiciones macroeconómicas al programa de competitividad de Europa. En general, la comunicación señala que las perspectivas económicas mejoraron en 2004, frente a los antecedentes de un entorno económico internacional favorable. Sin embargo, el documento añade que la aportación al crecimiento del consumo privado y la inversión, que constituyen los dos principales componentes de la demanda doméstica, continúan siendo demasiado inestables para poder hablar de una verdadera recuperación segura.' La revisión continua analizando los cimientos económicos de la Estrategia de Lisboa en cuatro campos: cohesión, rendimiento del mercado laboral, productividad y la relación entre el medio ambiente y el crecimiento económico. En lo referente a la cuestión de la convergencia económica en la UE ampliada, la revisión afirma que, hasta la fecha, el motor que ha generado los pasos que han dado los nuevos Estados Miembros para alcanzar al resto de la UE ha sido el crecimiento total del factor de la productividad y la inversión. El reto sería extender este proceso atrayendo los recursos infrautilizados, para aumentar de este modo los índices de empleo tan bajos que presentan la mayoría de los nuevos Estados Miembros, explica. Los Fondos Estructurales también jugarán un papel importante en la promoción de la convergencia económica, según la Comisión, pero para ello hay que cumplir primero determinadas condiciones, como prestar más atención a las regiones y Estados Miembros más necesitados, y utilizar los fondos de una forma más efectiva para lograr los objetivos de Lisboa. Respecto al funcionamiento más reciente del mercado laboral en la UE, la Comisión hace una severa valoración: 'A medio camino en la primera década de la estrategia de Lisboa, es difícil saber si se podrán cumplir los objetivos de empleo para 2010, en parte debido a la ralentización de la economía, pero sobre todo porque el progreso de las reformas estructurales ha sido lento e insuficiente.' No obstante, la revisión identifica un gran avance en algunos campos, como una mejora en los niveles de empleo femenino. La revisión señala que se han alzado algunas voces que cuestionan si resultan compatibles los objetivos de Lisboa de aumentar la tasa de empleo y la productividad al mismo tiempo, pero concluye que no existen muchas razones para pensar que el aumento del empleo pueda perjudicar el crecimiento de la productividad a largo plazo. De hecho, el crecimiento de la productividad en sí es lo que realmente importa para la competitividad y el dinamismo de la UE, según la revisión económica. Sin embargo, la realidad es que la economía basada en el conocimiento - un concepto que se define en la Estrategia de Lisboa - no se ha afianzado del todo en Europa. Existe una diferencia considerable' entre la UE y EE.UU. tanto en lo que respecta a la cantidad de recursos asignados a la investigación como a la eficiencia de dicha investigación. La Comisión señala que, en concreto, se requiere realizar reformas para permitir que las nuevas empresas innovadoras se establezcan y crezcan por sí solas. 'Igualmente importante es mejorar el apalancamiento de otras inversiones en I+D (investigación y desarrollo) sobre el crecimiento de la productividad, y perseguir con determinación el objetivo de aumentar el gasto en I+D al 3 por ciento del PIB,, señala la revisión, que añade que esto requerirá mejorar las condiciones marco y la relación entre la investigación y la industria. Por último, la revisión hace ver que la sostenibilidad medioambiental constituye una parte central de la estrategia de Lisboa, y que las políticas medioambientales llevan a realizar ajustes en las estructuras económicas, teniendo en cuenta la creciente escasez de recursos naturales. 'De esta manera, habría que acercar más a los costes sociales el precio de usar los recursos medioambientales y exponer a las personas a peligros para la salud. Esto hace que el mercado funcione mejor, y por tanto provoca una asignación más eficiente de los recursos y un aumento asociado del bienestar.