Ha llegado la bici del futuro
Las estadísticas han revelado que hasta un 54 % de la población mundial vive en ciudades y aproximadamente la mitad va a trabajar en coche. Por un lado, esto contribuye a un abrumador 40 % de emisiones de CO2 a la atmósfera; por otro lado, también agrava los problemas de tráfico. Se estima que el tráfico innecesario genera hasta 10 000 euros por persona en términos de costes extra. Los desplazamientos al trabajo o la escuela en bicicleta pueden contribuir enormemente a reducir los atascos, a que las ciudades se vuelvan más limpias y las personas más saludables, así como a dar lugar a un transporte más rentable. No obstante, y aunque el transporte en bicicleta es una de las formas más ecológicas de moverse, puede resultar difícil en desplazamientos largos y cuesta arriba, así como para aquellas personas que no se encuentran en buena forma física. Una superbici, mejorada con equipos de alta tecnología para superar esos obstáculos, podría acortar la brecha eficazmente entre la bicicleta y el automóvil. Esta era la misión del proyecto UDO, financiado con fondos europeos, cuyo lema ha sido «contribuir a una ciudad sostenible y viva mediante la ampliación del alcance de los músculos humanos para permitir los trayectos limpios». Según el coordinador del proyecto, Olof Hansson, «UDO va a crear un nuevo concepto de bicicleta con el objetivo de resolver las carencias tanto de la bicicleta ordinaria como de la bicicleta eléctrica, en lo que respecta a su usabilidad por parte de los viajeros pendulares». La considera «una bicicleta inteligente que, si tiene éxito, aumentará el número de ciclistas en las zonas urbanas». Largo alcance y bajo consumo Desde el punto de vista técnico, UDO ha desarrollado un sistema de motor con unidad de control que impulsa las ruedas en vehículos de propulsión humana, para ayudar a los usuarios a acelerar y mantener velocidades altas durante más tiempo. «Hemos probado la tecnología en una bicicleta y en un patinete tipo “kick-bike”, y hemos averiguado que presenta un bajo consumo de energía y un largo alcance de hasta 120 km», explica Hansson. El éxito de esas pruebas ha sentado las bases para la producción a escala industrial y la comercialización en todo el mundo de esta tecnología, que promete muchos beneficios posibles para los usuarios. «UDO hará más fácil a los viajeros pendulares elegir una bicicleta en lugar de un automóvil, y esta no solo será una opción mejor para su salud, sino también para su bolsillo», reitera Hansson. Beneficios para el medio ambiente y mucho más En UDO hay también un componente medioambiental importante, que apunta directamente a reducir la abrumadora presencia de los automóviles en las ciudades. «La tecnología reducirá la contaminación en las zonas urbanas y dará lugar a un entorno más agradable para las personas, gracias a la reducción de automóviles y de emisiones de gases de efecto invernadero», subraya Hansson. UDO es un ejemplo excelente de una tecnología que aporta ventajas a todos los niveles. Hansson afirma: «Creemos que es importante luchar por un futuro en el que los seres humanos se puedan encontrar e interactuar sin sumar costes al clima o a las personas. Hay muchas situaciones beneficiosas para todos; nuestra misión consiste en encontrarlas», concluye.
Palabras clave
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