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El tiempo corre mientras el proyecto SOPHIED trata de modernizar la industria del color

Cada vez más fabricantes de tintes se trasladan fuera de Europa, por lo que resulta fundamental resolver las dificultades que les obligan a salir. Estas dificultades son diversas, desde unas multas más suaves por contaminación a unos costes de producción y una mano de obra más...

Cada vez más fabricantes de tintes se trasladan fuera de Europa, por lo que resulta fundamental resolver las dificultades que les obligan a salir. Estas dificultades son diversas, desde unas multas más suaves por contaminación a unos costes de producción y una mano de obra más barata en países terceros. La situación es tan urgente que 'si no hallamos una alternativa, en 50 años no habrá una industria en Europa,' afirma Sophie Vanhulle, de la Universidad Católica de Louvain (UCL), en Bélgica, coordinadora del proyecto SOPHIED, financiado dentro del Sexto Programa Marco (VI PM) de la Unión Europea. El proyecto investiga los bioprocesos sostenibles para la industria del color, y tiene tres objetivos principales: el desarrollo de la tecnología del tratamiento biológico de la contaminación (biorremediación) para eliminar la toxicidad de las aguas residuales tintadas; el desarrollo de procesos seguros asistidos por enzimas para producir los tintes existentes; y la creación de nuevos tintes que sean menos tóxicos y se sinteticen mediante la biotecnología. A principios del siglo XX, la industria del color era uno de los puntos fuertes de Europa. Sin embargo, las fórmulas de los tintes se establecieron en las décadas de los 50 y los 60, y desde entonces no ha cambiado nada. Hasta ahora, las cuotas han asegurado que Europa tenga un punto de apoyo en la industria, pero esas cuotas finalizan en 2005. Tradicionalmente, los tintes se fabrican empleando muchos productos químicos, por lo que son altamente tóxicos. Esto no solamente supone un riesgo para las personas que trabajan con los tintes, sino que supone también la presencia de toxinas en las aguas residuales que produce la industria, poniendo en peligro la vida de los organismos vivos. Los tratamientos convencionales de aguas residuales no se pueden utilizar para limpiar agua que contiene restos de tintes, ya que los tintes se fabrican para que sean resistentes a las bacterias. En el marco del proyecto SOPHIED, ha resultado fundamental descubrir que un determinado hongo se puede usar para decolorar las aguas residuales, pero también, y es muy importante, para eliminar la naturaleza mutagénica de las moléculas en el agua y reducir la toxicidad en un 70 por ciento. Se ha comprobado que el método es efectivo, y ya se ha patentado. El proyecto reúne a 26 socios - 16 pequeñas y medianas empresas (PYME), siete universidades y tres centros de investigación - de diez países europeos. Seis de los socios son usuarios finales, y se muestran muy entusiasmados con la investigación de SOPHIED. La legislación comunitaria no ha afectado aún de forma específica a la industria del color, pero las aguas tintadas que genera la industria hacen que no sea muy popular entre los ciudadanos o los grupos medioambientales. La Dra. Vanhulle está segura de que si el proyecto tiene éxito, no hará falta animar a la industria para explotar los resultados. Cuando concluya la investigación, la Dra. Vanhulle pretende usar los resultados para presionar con el fin de lograr una legislación comunitaria más dura y más específica sobre las toxinas presentes en las aguas residuales. La participación de tantas pequeñas y medianas empresas fue posible gracias a una convocatoria de propuestas especial para un Proyecto Integrado de PYME. La elaboración del proyecto supuso un reto, ya que 'las PYME no suelen estar acostumbradas a trabajar juntas, a compartir información o a responder con rapidez,' declaró la Dra. Vanhulle. Pero ahora que ha comenzado el trabajo, todos los socios participan activamente. '[Las PYME] saben que se trata de su futuro, por lo que están más implicadas,' añadió. La Dra. Vanhulle considera que la participación en un proyecto de estas características es una excelente oportunidad para las PYME, que les permite involucrarse en una investigación de alto nivel y aprender de la investigación académica que 'en ocasiones es mejor ser paciente y obtener mejores resultados.' La Dra. Vanhulle confía en que la colaboración continúe cuando concluya el proyecto del VI PM, y ya tiene pensado solicitar fondos en el VII PM. De hecho, la investigación tendrá que continuar, explica la coordinadora del proyecto, porque los cuatro años de duración de SOPHIED simplemente no son suficientes para completar la investigación necesaria. Parece que el consorcio está abordando todos los ángulos de las actividades de la industria del color, y tiene argumentos convincentes para explicar por qué el proyecto resulta necesario y tendrá éxito. Sin embargo, queda una pregunta sin responder. Si ya se han trasladado tantas empresas, y las cuotas que aseguran el comercio a Europa finalizan este año, ¿no ha llegado demasiado tarde el proyecto? La respuesta de la Dra. Vanhulle es que aunque hubiera sido preferible comenzar el trabajo antes, todavía hay motivos para ser optimistas. 'En los próximos 15 años tenemos que trabajar duro,' dice, pero un esfuerzo tan coordinado tiene la posibilidad de evitar la extinción de la industria europea del color, en su opinión.

Países

Bélgica