Café Scientifique: una iniciativa para la promoción en el extranjero de la ciencia del Reino Unido a través del diálogo
El 2005 será un año importante para el Reino Unido en la escena internacional en donde, por una parte ostentará la presidencia del G8, y por otra la presidencia de la UE durante la segunda mitad del año. Con todas las miradas puestas en el país, el gobierno y demás instituciones se proponen crear una imagen positiva de éste, siendo la ciencia, entre otros, uno de los medios que se proponen utilizar para ello. El gobierno británico propugnó ya a finales de los 90 una estrategia consistente en utilizar la ciencia para intentar modelar la percepción existente sobre el Reino Unido. Según Lloyd Anderson, director de ciencia del British Council, una serie de estudios realizados en 26 países revelan que la idea que existe sobre el Reino Unido no es la de un país puntero en lo que se refiere a la ciencia. Mientras el gobierno venía desarrollando sus propias iniciativas para cambiar esa percepción y presentar al tiempo una imagen moderna del Reino Unido, el British Council decidió también por su parte renovar su estrategia para la promoción de la ciencia de su país en el extranjero, con la idea de que lo más adecuado sería abordar aquellas cuestiones que tienen una mayor importancia en nuestra vida diaria. Y es en ese momento cuando el British Council pone en marcha la idea del "Café Scientifique". Aunque el término pueda resultar un tanto presuntuoso, la intención es precisamente la contraria, es decir, se trata de desmitificar la ciencia y de despertar el interés de la gente por ella. El concepto, que se origina en el Reino Unido, se basa en el "Café Philosophique" francés, y consiste en reunir a un científico con un grupo de personas dentro de un ambiente informal. Tras una breve presentación por parte del científico, se invita al público a realizar preguntas y a mantener un debate sobre el tema en cuestión. La idea tuvo enseguida una acogida favorable en el Reino Unido y el British Council "se percató de todas posibilidades de este proyecto respecto a los objetivos que nos proponíamos lograr en el extranjero", declaró el Dr. Anderson a Noticias CORDIS. En un principio el plan consistía en desarrollar estas posibilidades mediante un sistema de videoconferencia. Se trataba de contar con un científico británico que hiciese una presentación a una sala repleta de público en algún lugar del Reino Unido mientras grupos de personas en lugares tan diversos como Tailandia, Palestina o Moscú seguían la presentación a través de una conexión por vídeo. Una vez más la idea resultó ser muy popular y algunos países decidieron incorporarla a escala nacional. A partir de ese año las distintas oficinas del British Council por toda Europa comenzaron a organizar sus propias manifestaciones. Hasta el momento se han realizado ya debates en Suecia, Estonia y Bélgica sobre temas tales como la biovigilancia en la era de la nanociencia y las plantas modificadas genéticamente y concienciación. Al debate celebrado en Bruselas el British Council envío a la baronesa Susan Greenfield, catedrática de fisiología de la universidad de Oxford, y que en 2000 había resultado elegida "Mujer del año" por un periódico británico, además de ser famosa por sus programas en la radio y la televisión británicas. La presentación fue un gran éxito. Pero la cuestión es, ¿solamente los científicos conocidos porque aparecen en televisión son capaces de atraer a un público numeroso? El Dr. Anderson piensa que no es así: "Pienso que efectivamente pueden atraer a los curiosos, como también creo que puede hacerlo cualquier tema interesante". Desde esta perspectiva está asimismo muy interesado en conseguir la participación de la próxima generación de científicos no tan conocidos. El Dr. Anderson confiesa que puede resultar difícil encontrar científicos que sean además buenos comunicadores, y que por lo general siempre se recurre a un pequeño grupo que suelen ser siempre los mismos. Se declara convencido de que los científicos consiguen transmitir cada vez mejor sus ideas, sobre todo los jóvenes. A todos a quienes se ha solicitado su colaboración se han mostrado entusiasmados con la idea de presentar la nueva ciencia a un publico también nuevo. Para el Dr. Anderson, uno de los aspectos interesantes del éxito de esta iniciativa es que además de que la asistencia ha sido siempre numerosa, el público está compuesto sobre todo por personas no relacionadas directamente con la ciencia, lo que demuestra su interés genuino por conocerla mejor. Se presenta un futuro brillante para el Café Scientifique. A nivel nacional el Reino Unido se propone ahora introducir la idea en las escuelas mientras se siguen preparando más manifestaciones por toda Europa para el año que viene. Para el Dr. Anderson, el proyecto resultará un éxito si el British Council constata que un mayor número de jóvenes se interesan por la ciencia y si consigue cambiar la percepción que se tiene sobre la ciencia del Reino Unido. En palabras del Dr. Anderson: "No se trata de que queramos que la gente piense que somos geniales en el campo de la ciencia, sino de que entiendan que estamos abiertos al debate".
Países
Reino Unido