Según el Comisario Potocnik, las oportunidades de la internacionalización de I+D superan a los riesgos
La economía de hoy en día, cada vez más globalizada, engendra muchas consecuencias, cuyo exponente más evidente en el campo de la ciencia sea quizás la internacionalización de la investigación y el desarrollo (I+D). Las empresas que aspiran a desarrollar la investigación pueden ahora ubicar sus instalaciones en cualquier parte del mundo, aunque es muy probable que esta decisión dependa más de las capacidades ofertadas a nivel local y de la disponibilidad y el coste que supone contratar a investigadores calificados, que del lugar en sí donde la empresa haya establecido su sede. Los desafíos y oportunidades que esta tendencia comporta y cómo las autoridades públicas contribuyen al desarrollo de este proceso y a mitigar cualquier consecuencia negativa que pueda surgir han sido las cuestiones que los ministros de gobierno, los líderes empresariales y el mundo académico decidieron abordar en el foro organizado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), en Bruselas, los días 29 y 30 de marzo. Como apuntaron varios delegados, hasta ahora, los flujos transfronterizos de I+D se han limitado a la "tríada" de EEUU, Japón y Europa. De hecho, el 80 por ciento de la investigación que realizan las empresas en el extranjero se está realizando actualmente en estas tres regiones, aunque, según el Comisario de Ciencia e Investigación de la UE, Janez Potocnik, está situación muestra signos de cambio. "Los países como China, India y Brasil introducirán un nuevo elemento a la internacionalización de I+D", según el Comisario, "Un informe de 2004, revela que estos países representan respectivamente el primero, el tercero y el sexto lugar de destino de las nuevas inversiones en I+D transfronterizas." El Sr. Potocnik se asombró del rápido avance realizado por China en tan sólo unos años, comparando la globalización de I+D de este país con las naciones europeas, sin olvidar que son menores. "Principalmente, esta tendencia beneficia a todo el mundo. Debemos promover y recalcar los beneficios que reportan a los países que deciden participar y, ciertamente es preferible al proteccionismo." El Comisario añadió que, "sin embargo, no se pueden ignorar los riesgos asociados, debemos erradicarlos. El desarrollo asimétrico de la internacionalización de I+D podría suponer una ventaja desigual para regiones del mundo y una desventaja para otros. Por ejemplo, la fuga de cerebros de investigadores europeos con experiencia se considera un problema tan real que necesita de una acción rápida." El Sr. Potocnik puso el ejemplo del sector de la biotecnología, donde muchos de los mejores investigadores de biotecnología se han marchado hacia EEUU, dando como resultado ahora, el enorme abismo en el nivel de financiación destinada a la investigación en biotecnología entre la UE y EEUU. La respuesta de Europa, cree el Comisario, deberá ser potenciar al máximo su atractivo como lugar ideal para la inversión privada en investigación. "Ello requerirá de una mezcla amplia de políticas, que comprenda diferentes incentivos fiscales, la mejora de las condiciones marco, más recursos humanos cualificados, y regímenes efectivos para la propiedad intelectual, además de infraestructuras de investigación fundamental y aplicada. El progreso es desafortunadamente lento, y debe acelerarse, sobretodo en los Estados miembros," afirmó e Comisario. Europa debe también aspirar a una cooperación que sea mutuamente beneficiosa en materia de investigación con las economías emergentes y las de los países desarrollados que, como cree el Sr. Potocnik, contribuirá a mejorar la competitividad de la UE y a atraer hacia Europa a los mejores investigadores. Una vez lamentado el éxodo de investigadores europeos a otras partes del mundo, sobretodo a EEUU, un delegado de Suráfrica le preguntó al Sr. Potocnik cómo puede considerarse "justo" el deseo de Europa de atraer a sus confines a los mejores investigadores internacionales. "La movilidad es buena, pero la fuga de cerebros no lo es, por decirlo simplemente," respondió el Comisario, quien añadió "la UE está dispuesta a promover la movilidad internacional. Por ejemplo, cuando un investigador de un país desarrollado viene a trabajar a Europa, el último año de la financiación de la UE se utilizará para financiar el trabajo en su propio país de origen. ¡Queremos que vuelvan a casa! Las puntualizaciones del director de asuntos bilaterales de la oficina nacional de investigación y tecnología de Hungría, Andras Roboz, secundaron la afirmación del Comisario: "La movilidad es un concepto que debemos promover. La fuga de cerebros en sí no constituye un gran problema, sino las dificultades para volver al país de origen." Estos investigadores pueden ser muy válidos para construir redes en el país anfitrión." Si bien existen ciertas tendencias de la internacionalización de I+D que los responsables políticos desearían eliminar, muchos contemplan a Europa como un buen lugar para beneficiarse de la creciente naturaleza transfronteriza del esfuerzo científico. Después de todo, durante más de dos décadas la UE ha promocionado la cooperación internacional en materia de investigación entre sus Estados miembros a través de los programas marco. Si alguna región del mundo sabe cómo extraer el máximo beneficio de la colaboración científica, continúa argumentado, ésta debería ser Europa. El Comisario Potocnik manifiesta estar de acuerdo al afirmar que "los retos a los que se enfrenta la humanidad son cada vez más a escala mundial, y debemos encontrar nuevas formas de abordarlos mediante un enfoque coordinado. La internacionalización de I+D puede aportar nuevas respuestas a estos retos. Es verdad que existen riesgos inherentes a este enfoque, pero las oportunidades son mucho más numerosas," concluyó.