Investigadores de la alimentación de Nueva Zelanda valoran las oportunidades de colaboración con la UE
En la próxima convocatoria de propuestas de la prioridad "calidad y seguridad de los alimentos" del VI Programa Marco (VIPM), se prevé que Nueva Zelanda sea considerado uno de los países cuya cooperación se espera con más interés en el contexto de una acción específica de apoyo. Con este propósito ha llegado a Europa una delegación de investigadores neozelandeses que se reunirá con representantes de la Comisión Europea e investigadores de la alimentación líderes en Europa. Tras el encuentro con la Comisión, los miembros de la delegación informaron a Noticias CORDIS que la UE les había lanzado un mensaje optimista, aunque realista. Uno de los delegados afirmó que "nos dijeron que ahora nos toca a nosotros. Tenemos que trabajar duro y ser realistas". Todos coincidieron en que la reunión, que permitió definir los pasos que los investigadores neozelandeses deben realizar para tener éxito en de los programas marco de la UE, había sido constructiva. A la pregunta de por qué pensaban que Nueva Zelanda iba a ser considerado un país de interés en la próxima convocatoria, los investigadores aportaron una serie de explicaciones que resumió Lynn Ferguson, de la universidad de Auckland: "estamos en una buena posición para participar en el programa. La ocasión es perfecta". Nueva Zelanda tiene una población (maoríes y de las islas del Pacífico) y un clima únicos, así como una flora y fauna exclusivas. Lynn Ferguson sostiene que "somos distintos de Europa, aunque entendemos la cultura europea". Algunos podrían vislumbrar otras razones de carácter más estratégico para justificar el deseo de la Comisión Europea de que Nueva Zelanda participe en un mayor número de proyectos. Mark Ward, de AgResearch, explicó que la Comisión hizo mención varias veces de los vínculos que mantiene Nueva Zelanda con Asia y que hacen, por lo tanto, como sugiere, que este país sea considerado un punto de entrada para establecer futuras cooperaciones con el continente. El Sr. Ward también cree que Nueva Zelanda pueda tener cabida dentro de la estrategia de gestión de riesgos de la UE en materia de alimentación, siendo uno de los proveedores de alimentos del mundo que inspira más confianza al permanecer al margen de las enfermedades originadas por los priones, como la encefalopatía espongiforme bovina, la tembladera y la fiebre aftosa. En Europa, el poder real en este ámbito lo tienen los supermercados, que demandan más trazabilidad para satisfacer a los consumidores. Como apunta el Sr. Ward, dirigir la mirada a Nueva Zelanda supone una forma de abordar la brecha de trazabilidad que existe en Europa. Otro de los miembros de la delegación destacó el buen rendimiento de Nueva Zelanda en la integración de los investigadores, entre disciplinas y, entre los sectores comercial y público. La delegación espera ahora, una vez conocidas las demandas y expectaciones de la Comisión Europea, conocer mejor las investigaciones en alimentación que se están realizando en diferentes partes de Europa, y así determinar el lugar que podrían ocupar los investigadores neozelandeses en este ámbito. La delegación neozelandesa visitará algunos de los mejores grupos europeos de investigación en alimentación, que aprovechará para mostrar sus pericias técnicas, en áreas como: bioactivos en productos lácteos; ingeniería para procesos lácteos; genética de la bacteria del ácido láctico; medicina forense microbiana; bioseguridad; bases de datos de frutas; fibra dietética; elaboración no térmica de los alimentos; nutrición; recolección de lana; productos y calidad del gas metano; el ecosistema; y pruebas clínicas.
Países
Nueva Zelanda