El Eurobarómetro revela que un 57 por ciento de los europeos son receptivos a la innovación
"La innovación es un pilar fundamental de la estrategia para cumplir el objetivo acordado por el Consejo Europeo [...] de la Unión de convertirse en la economía basada en el conocimiento más dinámica para finales de la década", así es como comienza el informe Eurobarómetro sobre la "predisposición de la población hacia la innovación" en Europa. Aunque, los ciudadanos europeos no parecen conceder la misma importancia a la innovación, con sólo un 57 por ciento que afirma sentirse atraído por los servicios y productos innovadores. Para la elaboración del informe Eurobarómetro, promovido por la Dirección General de Empresa de la Comisión, se entrevistaron entre mayo y junio un total de 30.000 personas procedentes de la UE, Bulgaria, Rumania, Turquía y Croacia. El informe divide a los entrevistados en cuatro grupos: los "anti-innovación" que suponen un 16 por ciento; los "reacios", con un 33 por ciento; los que se sienten "atraídos", un 39 por ciento; y finalmente los "entusiastas", que representan un 11 por ciento. Eslovaquia, Malta, Eslovenia, Luxemburgo, Turquía y Rumania se han revelado como los países más entusiastas de la innovación, en torno a uno de cada cinco ciudadanos, mientras que el sentimiento anti-innovación es más latente en los países de Europa del sur: Grecia (22 por ciento), Chipre (21 por ciento), Portugal (20 por ciento) y Bulgaria (20 por ciento). Según el informe, principalmente son las mujeres generalmente mayores de 55 años las menos receptivas a la innovación. Normalmente tienen un nivel de estudios más inferior que los que muestran una actitud más positiva hacia la innovación. Entre los que aprueban la innovación, los "entusiastas", destacan los hombres, jóvenes, que están todavía cursando estudios o cuentan con un nivel alto de educación. A la pregunta de si la innovación significa la "creación de nuevos productos o servicios" o la "mejora de los productos o servicios existentes", el 52 por ciento eligieron la primera opción, y el 39 la segunda. Los nuevos productos innovadores consiguen clientes, sin embargo, a partir de productos suyos que ya han sido probados, y al competir en precios. Un 45 por ciento de los entrevistados declaró estar dispuesto a probar al menos una vez un producto innovador en lugar del que utilizan habitualmente. Aunque, sólo el seis por ciento sustituiría un producto o servicio que ya ha utilizado por otro nuevo que fuera mucho más caro. La cifra se eleva hasta un 31 por ciento, que son los que aceptarían pagar un poco más, mientras que una mayoría, el 45 por ciento, sólo estaría dispuesto a probar un nuevo producto o servicio si el precio que tiene que pagar es el mismo del que compra habitualmente. Dado que "el éxito de los productos y servicios innovadores" depende del dinamismo del mercado y la "creación de nuevos mercados y la aceptación de nuevos productos por parte de los clientes son de una importancia fundamental para la innovación", se podría decir que los resultados de la encuesta son desalentadores para la comunidad innovadora, al igual que para los partidarios de la estrategia de Lisboa. Los autores del Eurobarómetro se muestran por el contrario contentos con los resultados y destacan que una "amplia mayoría" del 57 por ciento se siente atraída por nuevos servicios o productos mejorados. "Hemos constatado que las preferencias de los consumidores varían en todos los países europeos y dentro de los mercados nacionales. Sin embargo, en la UE, los entrevistados con un perfil sociodemográfico similar demuestran sistemáticamente un grado alto de apertura hacia nuevos productos y servicios. Las empresas deberían ser conscientes de estas pautas para adaptar sus estrategias de innovación de forma adecuada", concluye el informe.