Según Potocnik, para que Europa sea competitiva en la bioeconomía mundial deberá apoyarse en el conocimiento
Según el Comisario de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik, para satisfacer de forma sostenible la creciente demanda europea de productos alimentarios destinados al hombre y a los animales, fibras y combustibles, la producción de los recursos biológicos procedentes de las plantas, los animales o los microbios debe apoyarse cada vez más en el conocimiento. Esta declaración resume la esencia del punto de vista del Sr. Potocnik respecto a "la bioeconomía basada en el conocimiento", una visión que explicó a los participantes en la conferencia europea sobre este asunto celebrada el pasado 15 de septiembre en Bruselas. "Considero que es la forma de maximizar el potencial de la biotecnología para el beneficio de nuestra economía, sociedad y medio ambiente", señaló. "La bioeconomía europea tiene una importancia considerable. Existe una visión y comprensión comunes según las cuales las ciencias de la vida y las biotecnologías son factores esenciales para la competitividad de esta bioeconomía y para enfrentarse a los principales retos sociales y económicos", añadió. Entre estos retos cabe señalar la creciente demanda de productos alimentarios sanos y seguros, el incremento del riesgo de enfermedades como la gripe aviar y la amenaza que el cambio climático supone para la producción agrícola y pesquera. "La bioeconomía europea no puede competir a escala mundial ofreciendo sólo productos agrícolas básicos. Debe innovar más y en mayor grado [...]", argumentó el Comisario. "Si quiere superar los retos y sacar el mayor provecho de la economía global actual de manera sostenible, Europa deberá concentrar sus esfuerzos en sus verdaderas capacidades. Por eso, nuestro verdadero factor de competitividad radica en nuestros cerebros y nuestra creatividad. Es el 'conocimiento' en el sentido más amplio de la palabra". Sin embrago, crear una bioeconomía basada en el conocimiento presenta un desafío importante. "La bioeconomía es compleja y afecta a diferentes ámbitos políticos", explicó el Sr. Potocnik. "Necesitamos apoyar la convergencia de la biotecnología y las ciencias de la vida con otras tecnologías como las nanotecnologías y las tecnologías de la información. La unión de estas políticas mediante una investigación multidisciplinar tendrá varias ventajas", añadió. Europa tiene la ventaja de contar con una excelente base científica, tecnológica e industrial y estar a la cabeza en numerosos sectores de la bioeconomía, como el de las tecnologías alimentarias innovadoras, técnicas de alimentación de los animales y productos y procesos "bio" respetuosos con el medio ambiente. Pero la buena ciencia por sí sola no bastará para concretizar la visión del Sr. Potocnik sobre la bioeconomía. "Todos los implicados en la cadena - agricultores, industria, reguladores y consumidores - deberán unirse para que la bioeconomía pueda funcionar realmente [...]. Adoptar una visión común entre diferentes interlocutores y una política coherente no es tarea fácil", subrayó el Comisario. "Esta conferencia es muy importante porque reúne a las diversas disciplinas, partes interesadas y responsables políticos permitiéndoles intercambiar puntos de vista y expresar sus expectativas", Por último, el Sr. Potocnik indicó que Europa se ha comprometido a cooperar estrechamente con los socios internacionales para hacer frente a los retos mundiales y anunció que se celebrará simultáneamente otra gran conferencia internacional sobre la bioeconomía en Pekín. El Comisario realizó una declaración conjunta con Xu Guanhua, Ministro de Ciencia y Tecnología de la República Popular China, dirigida a los participantes de ambas conferencias: "Aunque existen muchas diferencias entre China y los 25 Estados miembros de la UE nos enfrentamos a los mismos desafíos por lo que, lógicamente, buscamos las mismas soluciones lo que hace que estemos muy interesados en encontrar soluciones que puedan ayudarnos a encontrar un equilibrio entre las necesidades de nuestras economías y nuestro medio ambiente". La declaración concluyó diciendo: "En la búsqueda de una nueva vía hacia la bioeconomía del futuro podríamos aprender los unos de los otros y ayudarnos mutuamente".
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