El cuadro de indicadores de la OCDE arroja una alto grado de colaboración internacional en I+D en Europa
El último cuadro de indicadores de ciencia, tecnología e industria de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) centrado en la creciente globalización del conocimiento demuestra que, en muchos ámbitos, Europa es mucho más internacional que sus competidores. Por ejemplo, cada vez más empresas multinacionales crean laboratorios de investigación y desarrollo en el extranjero, aunque en algunos países más que en otros. En Hungría e Irlanda, las empresas extranjeras suponen el 70 por ciento de I+D industrial, mientras que en Japón representan menos de un cinco por ciento. También hay concentraciones elevadas (más del 40 por ciento) en la República Checa, Portugal, España y Suecia. Japón se queda algo aislado en términos de cooperación y patentes presentadas. Menos del cuatro por ciento de las invenciones nacionales en Japón son propiedad de extranjeros, en comparación con el 12 por ciento de EEUU y el 37.5 por ciento en el Reino Unido. Los observadores de I+D en la UE saben que la intensidad de investigación varía a lo largo de la Unión. Aunque los indicadores de la OCDE demuestran no obstante que los países de la UE lideran esta tendencia. La mayor intensidad de investigación se produce en Suecia, que supera el cuatro por ciento del PIB, seguido de Finlandia, Japón e Islandia (todos por encima del tres por ciento). Europa marcha también bien en cuanto al número de artículos científicos publicados. Cuando se contabilizan en relación con la población, Suecia, Suiza y Finlandia encabezan la lista de la OCDE. Aunque ha aparecido un nuevo actor en el campo internacional. China se ha convertido en el tercer país en cuanto a I+D, y la OCDE lo atribuye al rápido aumento salarial de los investigadores. En 2003, era el segundo país en cuanto al número de investigadores (862.000) después de EEUU (1,3 millones en 1999), y por delante de Japón (675.000). La OCDE afirma que la globalización de la investigación ha sido impulsada por la tecnología de la información y las comunicaciones (TIC). Las nuevas tecnologías han creado: nuevos canales para la generación, difusión, protección y aplicación del conocimiento; nuevas interacciones a través de redes; y nuevos agentes mundiales de países de fuera de la OCDE. La inversión en TIC, a la vez, supuso entre el 0,35 por ciento y el 0,9 por ciento del crecimiento del PIB entre 1995 y 2003. Este sector invierte también intensivamente en I+D. En 2002, las industrias de fabricación de TIC representaban más de un cuarto del gasto total de las empresas en I+D en la mayoría de los países de la OCDE.