Skip to main content
Ir a la página de inicio de la Comisión Europea (se abrirá en una nueva ventana)
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Article Category

Contenido archivado el 2023-03-01

Article available in the following languages:

Científicos europeos encuentran indicios que ayudan a aclarar la controversia de la evolución de las especies gracias a un gusano

Científicos del European Molecular Biology Laboratory (EMBL) de Heidelberg están realizando un estudio que, a su parecer, demuestra que un pequeño gusano marino tiene genes complejos como los de los humanos. El descubrimiento, publicado recientemente en la revista científica S...

Científicos del European Molecular Biology Laboratory (EMBL) de Heidelberg están realizando un estudio que, a su parecer, demuestra que un pequeño gusano marino tiene genes complejos como los de los humanos. El descubrimiento, publicado recientemente en la revista científica Science, contradice la teoría clásica de que la evolución a formas complejas de vida está vinculada a la evolución compleja de los genes. La investigación ofrece pruebas que sugieren que la programación genética básica de formas superiores de vida es tan antigua como la vida misma. Según los científicos del EMBL, los primeros animales poseían genes complejos similares a los de los humanos y durante la evolución, las especies humanas han mantenido características de este antepasado antiquísimo que se han perdido en animales que evolucionaron más rápidamente. Para establecer cómo eran los animales prehistóricos, los científicos analizan generalmente a sus descendientes. Esto resulta difícil cuando se comparan organismos lejanamente relacionados como los humanos y las moscas. En estos casos, es mejor analizar organismos vivos que han mantenido muchas de las características de sus antepasados. El equipo del EMBL, dirigido por Detlev Arendt, ha centrado sus estudios en un pequeño gusano marino conocido como Platynereis dumerlii, "un fósil viviente". Hasta hace relativamente poco, estas comparaciones se podrían realizar solamente mirando las características físicas como la estructura de los huesos, dientes o tejidos. Pero la secuenciación del ADN permite a los científicos en la actualidad realizar comparaciones del código genético y leer la historia evolutiva en ellos registrada. Un consorcio internacional en el que participan investigadores del EMBL, Reino Unido, Francia y EEUU ha secuenciado una parte del genoma del Platynereis. El investigador Florian Raible, autor de la mayoría de los análisis computerizados realizados, señala que "la parte de los genes del Platynereis que hemos conseguido analizar nos cuenta una relación clara de los hechos. Los genes del gusano son muy similares a los de los genes humanos. Esto nos da una imagen muy distinta de lo que hemos podido constatar en las especies que han evolucionado rápidamente y lo que hemos estudiado hasta ahora". El Dr. Raible ha participado además en la investigación que puede contribuir a finalizar la controversia científica sobre la evolución. Los genes poseen los códigos para la síntesis de las proteínas, sin embargo en 1977 se descubrió un nuevo fenómeno: los intrones. Entre los segmentos de genes activos o indicadores (exones) los genes de las plantas y animales pluricelulares más evolucionados contienen además otras secuencias no codificadas de ADN que no tienen ninguna función aparente. Los intrones no aparecen prácticamente jamás en las células procariotas y son raras en las eucariotas monocelulares. El número de intrones en los genes varía además enormemente de un animal a otro: si los humanos tienen muchos intrones en sus genes, los modelos animales comunes como las moscas tienen menos. Esto llevó a algunos científicos a suponer que, desde una perspectiva evolutiva, los genes más simples (mosca) serían más antiguos. Los organismos simples no tienen, o poseen pocos, intrones porque se añaden durante la evolución. Ahora, el estudio realizado por EMBL muestra lo contrario: los animales prehistóricos ya tenían muchos intrones y las especies de evolución rápida, como los insectos, han perdido la mayoría de ellos. "Los genes humanos son generalmente más complejos que los de las moscas", explica el principal investigador del laboratorio Peer Bork. "Las especies que se han venido estudiando hasta ahora, como las moscas, tienen muchos menos intrones, por lo que los científicos han creído que los genes se hicieron más complejos durante la evolución. Ya se especuló que esto podría no ser cierto, pero no se disponían de pruebas. Ahora tenemos una prueba directa de que los genes ya eran bastante complejos en los primeros animales y muchos invertebrados han reducido parte de esta complejidad. Este descubrimiento apoya la teoría génica de los "intrones precoces", también llamada teoría de los exones. Según esta teoría, los exones eran genes minúsculos que en alguna fase, como la fase precelular, se comportarían de forma idéntica a los genes actuales. En una fase posterior de la evolución, los minigenes se juntarían para formar genes completos y los intrones serían los elementos sin función que unen a los exones. Todos los genes estarían formados de esa forma y si las bacterias y las eucariotas monocelulares no poseen, o disponen de pocos, intrones es porque los han perdido en las fases posteriores de la evolución. Pero no sólo existen ahí los intrones. El equipo ha descubierto también que sus posiciones en los genes ha sido mantenida durante los últimos 500 millones de años. "Esto arroja dos resultados independientes que nos llevan a la misma conclusión", explica el Dr. Raible. "La mayoría de los intrones son muy antiguos y no han cambiado mucho en las etapas de la evolución lenta como en los vertebrados o anélidos. Esto hace que los vertebrados sean una especie de "fósiles vivientes". Los científicos consideran que el descubrimiento de Platynereis representa también una rama de la evolución lenta de la vida animal que tendrá implicaciones importantes para el estudio de los humanos. "Ya hemos aprendido un montón de cosas sobre los humanos con el estudio de la mosca", declaró el Dr. Arendt. "El gusano marino nos permitirá tener una idea mejor de los importantes procesos conservados. Otra cosa que hemos aprendido es que la evolución no significa ganar complejidad sino que la pérdida puede ser tener un papel igual de importante en la evolución", concluyó.

Países

Alemania

Mi folleto 0 0