El Gobierno británico publica un informe sobre los riesgos de las nanopartículas
El Ministerio de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales del Reino Unido (Defra) ha publicado un informe sobre las prioridades de investigación en relación con los posibles riesgos de la nanotecnología. El informe identifica las siguientes tres áreas clave en las que se necesita más investigación para desarrollar un marco de gestión de riesgos para las nanopartículas: la caracterización, definición y medición de las nanopartículas; entender el impacto de las nanopartículas sobre las personas y el medio ambiente, y; comprender de dónde vienen las nanopartículas y cómo viajan a través del medio ambiente, incluido el organismo humano. El informe se centra en una serie de nanopartículas libres creadas por ingeniería cuyos informes previos de la Royal Society, la Royal Academy of Engineering (RS/RAEng) y el Comité científico sobre riesgos para la salud recién identificados y emergentes de la Comisión Europea han identificado como áreas preocupantes. El informe de RS/RAEng 2004 "nanociencia y nanotecnologías: oportunidades e incertidumbres" concluye que no hay en la actualidad preocupaciones importantes, pero destaca las áreas en las que se debe investigar más. Reconociendo las brechas de conocimiento sobre los riesgos que suponen las nanopartículas para la salud humana y el medio ambiente, el Gobierno británico se comprometió a elaborar el informe que lleva por título "Caracterización de los riesgos potenciales de las nanopartículas creadas por ingeniería", que presenta la investigación en curso y proyectada en este área. El documento resume los resultados de dos estudios sobre los peligros y la exposición, y de un estudio sobre la fabricación y usos actuales y previsibles de las nanopartículas creadas por ingeniería en el Reino Unido. Identifica 19 objetivos de investigación y describe las actividades y oportunidades de financiación que están en marcha para abordarlos, señalando que todo el programa de investigación y financiación será revisado periódicamente. Según Defra, los consejos de investigación agradecerán las ofertas de aquellos que estén interesados en llevar a cabo la investigación. El Profesor Howard Dalton, consejero jefe científico de Defra declaró que "este informe establece una agenda de investigación ambiciosa y a largo plazo, necesaria para garantizar que somos capaces de identificar y gestionar los riesgos potenciales asociados al uso de las nanotecnologías. Recopilar este conocimiento es de importancia vital para que podamos alcanzar los beneficios medioambientales y económicos de la nanotecnología". Aunque hubo reacciones encontradas sobre el informe, y algunos expertos afirmaban que no existe actualmente un programa real de investigación en éste área, debido a la escasez de fondos y a la falta de un conjunto bien definido de objetivos y prioridades de investigación. La Royal Society y la Royal Academy of Engineering manifestaron su agrado por la publicación del programa de investigación sobre los riesgos potenciales de las nanopartículas del Gobierno británico, y la adjudicación de 4,85 millones de euros para la medición y caracterización de las nanopartículas, si bien señalaron que el gobierno debería destinar nuevos fondos para investigar los impactos potenciales para la salud y el medio ambiente. La Profesora Ann Dowling, quien presidió el grupo que dirigía el informe RS/RAEng declaró que "el Gobierno ha identificado prioridades sólidas para la investigación que se requieren para elaborar un Reglamento sobre seguridad que garantice que conseguimos de forma responsable todos los beneficios de esta ciencia apasionante. Aunque sabemos que el enfoque que plantea hacia la financiación de la investigación es bastante ad hoc. Más que crear estratégicamente un programa, con un montón de dinero destinado a ello, para explorar cualquier riesgo potencial para la salud y el medio ambiente asociado a las nanopartículas, depende fundamentalmente de los equipos individuales de investigación para avanzar en las propuestas y competir en la obtención de fondos con otras áreas de investigación". Según las dos academias, este enfoque deja al azar si se llevará a cabo la investigación correcta o no, y se corre el riesgo de que el gobierno no consiga los objetivos de investigación establecidos en el informe. Las comunidades científicas no deberían ser las que presentaran de forma espontánea las propuestas sobre actividades menos "apasionantes" pero de importancia vital, como la toxicología, las ciencias de la salud laboral y medioambientales. Creen también que se deberían destinar fondos específicos para eliminar las brechas identificadas de conocimiento y llevar a cabo la necesaria creación de capacidades. La Royal Society y la Royal Academy of Engineering expresaron también su preocupación sobre la falta aparente de colaboración entre el gobierno y la industria en el desarrollo de pruebas sobre seguridad y de actividades para dialogar con el público.
Países
Reino Unido