Los modelos del Centro Común de Investigación ofrecen nuevas claves sobre las medidas de coexistencia de semillas y cultivos
Un consorcio dirigido por el Centro Común de Investigación (CCI) de la Comisión ha publicado nuevos estudios de caso para la eficaz coexistencia de semillas y cultivos modificados genéticamente y convencionales basándose en nuevos modelos informáticos del mundo real. El informe sugiere cómo los agricultores pueden reducir la presencia adventicia (no intencionada e inevitable) de material transgénico en los cultivos convencionales a escala regional, a través de simulaciones basadas en las extensiones agrícolas, las condiciones climatológicas y las prácticas de cultivo. La investigación se centró en la producción de semillas y cultivos de maíz, remolacha y algodón. Al ser el maíz el único cultivo principal aprobado para ser cosechado en la UE, la investigación sobre coexistencia es particularmente prioritaria. Para cada variedad, el informe identificó las causas principales de la presencia fortuita de material transgénico adventicio en los cultivos convencionales, calculó los niveles de material transgénico accidental en la cosecha final basándose en las diferentes prácticas agrícolas, y propuso medidas eficaces de cultivo para reducir la presencia adventicia hasta conseguir los umbrales deseados. Para los cultivos convencionales de maíz, el informe identifica tres principales fuentes de material transgénico adventicio: los trazos de semillas transgénicas de los centros de abastecimiento de semillas no transgénicas, la polinización cruzada procedente de campos transgénicos colindantes, y el hecho de compartir la maquinaria para la cosecha entre los campos transgénicos y convencionales. A través de las simulaciones para evaluar el impacto de la polinización cruzada, los investigadores descubrieron dos variables relacionadas con el panorama agrícola que tienen un importante efecto, la posición relativa de los campos de transgénicos y convencionales en relación con los vientos predominantes, y el tamaño relativo de los campos de transgénicos y convencionales colindantes. Las formas más óptimas de evitar la polinización cruzada son a través de la introducción de distancias de separación entre los campos de transgénicos y convencionales, sembrando franjas de maíz convencional a modo de barrera alrededor de los campos de transgénicos, y utilizando variedades de transgénicos con diferentes fechas de floración para los cultivos no transgénicos. Basándose en las simulaciones, el informe aporta "tablas de decisión" para que los agricultures determinen las distancias de separación necesarias para mantener la presencia de material adventicio por debajo de ciertos umbrales según las dimensiones de las extensiones agrícolas y la orientación del viento. En general, el informe concluye que es posible lograr la conformidad total con el umbral actual de la UE del 0,9 por ciento para la presencia de transgénicos adventicios en los cultivos de maíz convencionales, aunque podría requerir de la introducción de medidas adicionales, particularmente cuando los cultivos transgénicos y convencionales se cosechan juntos en la misma "plantación" en torno a un único punto de suministro de agua. Por otro lado, en la producción de semillas de maíz, la polinización cruzada se considera la única fuente de presencia de transgénicos adventicios, sin embargo existen dos escenarios a tener en cuenta, la coexistencia de campos de semillas transgénicos y convencionales (coexistencia entre semillas) y entre los campos de semillas convencionales y los colindantes de cultivos transgénicos (coexistencia entre semillas y cultivos). El informe concluye que lograr el 0,5 por ciento del umbral de coexistencia entre semillas no exigirá de cambios significativos en los actuales métodos de producción, mientras que lograr un 0,3 por ciento del umbral requeriría de algunas medidas adicionales, por ejemplo la consideración de las direcciones predominantes del viento o del aumento de las distancias de separación actuales. Sin embargo: "Un umbral del 0,1 por ciento no se consigue en la práctica en estas condiciones", concluye el estudio. Sin la introducción de distancias de separación de entre 400 y 600 metros, garantizar la coexistencia de semillas y cultivos es difícil de lograr incluso en el umbral del 0,5 por ciento, advierte el informe. Ello significa efectivamente que los cultivos de maíz transgénico deberían desaparecer de las áreas de producción de semillas no transgénicas. Concluye el informe señalando que con el uso de estos nuevos modelos de simulación ahora es posible calcular los niveles de presencia de transgénicos adventicios en la producción de cultivos convencionales en múltiples campos y fuentes durante prolongados periodos de tiempo, y proponer y probar numerosas medidas de coexistencia diseñadas para mitigarlos. "Las simulaciones de modelos no sustituyen a los experimentos de campo, sino que son una forma de superar las limitaciones (escala de tiempo, cobertura espacial y costes) inherentes al trabajo de campo", concluye.