Construir la "micro-generación"
El arquitecto responsable del desarrollo de viviendas y un espacio de trabajo innovadores "neutros de carbono" en el Reino Unido cree que las tecnologías ecológicas y los principios en los que se basan están listos para desplegarse a gran escala. Existen numerosos ejemplos a pequeña escala de sólidas prácticas ecológicas que se están aplicando en edificios y en la construcción, pero según Bill Dunster, el arquitecto que desarrolló conjuntamente el concepto, el plan BedZed (Beddington Zero Energy Development) es el primero en incorporar prácticas conciliadoras con el medio ambiente en todos los aspectos del diseño. El Sr. Dunster habló con Noticias CORDIS antes de presentar su proyecto BedZed en el "Café Scientifique" organizado por el Consejo Británico el dos de marzo en Bruselas, y afirmó que era la primera vez que se aplican tan extensivamente estas tecnologías en un área de alta densidad de población. Con una concentración de 120 personas por hectárea, supone prácticamente el equivalente a la construcción de una "eco-comunidad" en el corazón de la ciudad. A unos 32 kilómetros de Londres se localiza BedZed, en una de las áreas más deprimidas de la región. Consiste en cien viviendas, cada una con su propio jardín, y cuenta con un área de ocio, un espacio de trabajo compartido, instalaciones destinadas al servicio de guardería, una red ecológica de transporte, e incluso un bar. Aunque muchos de sus actuales residentes se han mudado para participar en un estilo de vida ecológico, no es necesario ser "ecologista" para vivir allí. Un tercio de los hogares se han destinado a la venta privada, otro está disponible para la propiedad compartida, mientras que las unidades restantes son propiedad de renta social, diseñadas para ofrecer un espacio asequible a aquellos ciudadanos que no pueden permitirse tener un hogar propio. "Hay personas de todos los estilos de vida diferentes, explicó Sue, la mujer del Sr. Dunster, desde "combatientes" ecologistas a bomberos y otros trabadores que desempeñan puestos clave. "No hay que participar del este estilo de vida para vivir allí, no hay que saber nada sobre reciclaje para mudarte a una casa BedZed". Añade, sin embargo, que una vez allí, la mayoría de las personas desarrollan de forma natural un sentido más profundo sobre las cuestiones medioambientales ya que sus experiencias diarias contribuyen a desmitificarlas. Sin duda es una de las fortalezas clave del proyecto cuyo primer y principal objetivo es simplemente cumplir e incluso exceder los deseos de la gente de tener una vivienda confortable y práctica, y los beneficios medioambientales suponen un plus que es bien recibido. "Se tiene un enorme sentido de pertenencia a la comunidad", afirma la Sra. Dunster. La idea que subyace a este desarrollo es el concepto de "mínima energía", explicó el Sr. Dunster, que implica eliminar el uso de combustibles fósiles sin que merme, y con suerte incluso mejorar, la calidad de vida de sus residentes. "Puedes mantener tus hábitos con la misma normalidad que en cualquier otra parte: sólo que cuando se enciende una luz, es de baja potencia, y la electricidad se habrá desarrollado en este mismo lugar". Todos los hogares dan a unos cristales, tienen una orientación meridional y están superaislados, para que se pueda obtener el máximo rendimiento de la energía solar y se mantenga acondicionada la casa utilizando el calor de sol, además de conseguir una pérdida mínima absoluta de calor. Las unidades funcionales, por otro lado, están todas orientadas hacia el norte para reducir la necesidad de sistemas de aire acondicionado durante los meses de verano. La poca calefacción extra que necesitan los hogares se suministra mediante una unidad centralizada de calor y energía combinados (CHP) que se alimenta con astillas de madera y genera electricidad libre de carbono a partir de los residuos locales forestales. La comunidad cuenta incluso con su propia instalación de tratamiento de aguas residuales, que el Sr. Dunster espera gestionen los mismos residentes, aunque la legislaciones nacionales y de la UE no lo ponen fácil. "Toda esta tecnología puede funcionar; sólo tiene que ser simplificada para permitir la participación real de la comunidad. Preferimos el mantenimiento local antes que tener que confiar en las empresas de fuera", declaró, si bien añade que estas empresas se muestran menos ilusionadas con la idea de que sus servicios no sean solicitados por más tiempo. Otras medidas de ahorro energético dentro del plan son un sistema de utilización de vehículos por turnos para desplazarse al lugar de trabajo, una serie de coches que funcionan con electricidad generada in situ, y planes para granjas de consumo energético cercano a cero que abastezcan a la comunidad con alimentos cultivados localmente. "Toda la tecnología utilizada en BedZed está lista para ser comercializada, quizá con la excepción de la unidad CHP donde se podría mejorar la eficacia", argumenta el Sr. Dunster. El problema real, igual que con muchas nuevas tecnologías, es que a la gente se le quitan las ganas por el gasto que supone, pero la única forma de que se reduzca el precio es que más gente las compre. "Es una situación sin salida", admite. Sin embargo, y como parte de la estrategia de "comunidades sostenibles", el Gobierno británico se ha comprometido a un diseño de edificios y una construcción de alta calidad y más sostenible, con el fin de reducir el gasto y mejorar la eficiencia de los recursos. El Gobierno prevé que para 2021 sólo en Inglaterra se necesitarán unos 3,8 millones de nuevas viviendas para suplir la demanda actual. Aunque el desarrollo de BedZed cuesta más que un plan de construcción tradicional de tamaño similar, esto se debe principalmente a que es un modelo prototipo, según el Sr. Dunster. De acuerdo a su propia "hoja de ruta", las economías de escala necesarias para reducir los costes hasta alcanzar los de una vivienda convencional son realmente muy pequeñas, del orden de los 5.000 hogares al año. Esto equivale a en torno al 3 por ciento de las 160.000 nuevas viviendas proyectadas por el gobierno que se construirán cada año en Inglaterra. Sin embargo, el Sr. Dunster no se muestra optimista ante la perspectiva de que se aproveche la oportunidad de volver esencialmente a idear el diseño de viviendas y crear una nueva cadena de suministro para las tecnologías medioambientales. "El problema principal es que el proyecto BedZed se considera algo bochornoso para el Gobierno británico, ya que va mucho más lejos de los niveles medioambientales que él mismo fijó para la construcción de estas nuevas viviendas. [...] Lo trágico es que a pesar de este programa de construcción masiva, simplemente no hay concienciación suficiente sobre el problema del cambio climático y las soluciones con las que contamos. "Interesa más el plan de Europa continental, afirma, de países como Alemania, Austria y Bélgica, mientas que en China, a las afueras de Pekín, se está desarrollando una construcción similar. El Sr. Dunster culpa de gran parte de la oposición de su país "al miedo a lo nuevo" tan intrínsicamente británico. La visión tan radicalmente diferente de este desarrollo se ha encontrado, por ejemplo, con la fuerte oposición de arquitectos tradicionales. "Pero el componente estético fue cuidadosamente incorporado en el diseño, de hecho estamos intentando crear un nuevo concepto estético que incluya las tendencias medioambientales. [...] Somos la primera 'micro-generación', la primera cultura con capacidad para abordar algunos de los problemas que se habían quedado sin incluir", y espera que la arriesgada nueva propuesta estética del proyecto BedZed configure el futuro.
Países
Reino Unido