Planteada la posibilidad de una solución artificial al calentamiento global
El premio Nobel y Profesor de Química Paul Crutzen ha resumido una "ruta de emergencia" drástica para el calentamiento global, que podría incluir el uso de medios artificiales para luchar contra el lento aumento de las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la combustión de los carburantes fósiles, y contra el resultante aumento de las temperaturas en el planeta. Sin embargo, el Profesor Crutzen es pesimista en cuanto a si la humanidad puede reaccionar con la suficiente rapidez como para hacer algo respecto al cambio climático. El químico reclama que se investiguen los posibles efectos de la geoingeniería para contrarrestar los efectos del calentamiento mundial. Este año, Europa del norte ha sufrido uno de los meses más calurosos de la historia. En julio, Reino Unido tuvo el mes más caluroso desde que comenzaran los registros en 1914, con una temperatura media diurna y nocturna de casi 18° C. Son muchos los que consideran este ascenso como una prueba del calentamiento mundial. El Profesor Crutzen es un holandés que trabaja en el Instituto Max Planck de Química que obtuvo el premio Nobel en 1995 por sus trabajos sobre la formación y disminución de la capa global de ozono. En este artículo examina una consecuencia menos conocida pero no menos importante de la industrialización, el aumento del efecto albedo sobre la Tierra, conocido como el "oscurecimiento global". Los efectos del CO2 y el albedo son ambos naturales y normales. El problema surge cuando estos fenómenos se acentúan o aumentan por la intervención humana. La industrialización ha aumentado la incidencia del CO2 (calentamiento global) y del albedo (oscurecimiento global). Este último presenta, en muchos sentidos, un efecto positivo al calentamiento global. Mientras las emisiones de CO2 envuelven la Tierra como en un manto, calentándola, las partículas, el vapor de aire o, incluso las superficies reflectantes sobre la Tierra, actúan como un espejo, reflejando la energía caliente de vuelta al espacio. Cuando EEUU dejó sin operar a todos los vuelos tras los ataques de Nueva York y Washington DC el 11 de septiembre de 2001, las temperaturas experimentaron de hecho un aumento en EEUU. La razón se piensa que está en la ausencia de las estelas de vapor de los motores de los aviones, que de forma habitual hubieran aumentado el efecto albedo. "Con mucho, lo ideal sería que los responsables políticos resuelvan el dilema reduciendo las emisiones de los gases de efecto invernadero. Sin embargo, los intentos en ese sentido han supuesto un fracaso estrepitoso", afirma el Profesor Crutzen, en una editorial de la revista Climate Change, donde destaca que los actuales modelos de cambio climático pronostican un aumento de las temperaturas para este siglo que podrían sobrepasar las previsiones de Prevención y Control Integrados de la Contaminación cifradas en entre 1,4° y 5,8° C. Aunque los niveles de CO2 deberían reducirse hasta un 80 por ciento, en realidad, todavía siguen aumentado. El Profesor Crutzen sugiere que una forma de reducir el calentamiento global podría ser aumentando el efecto albedo. "Esto se podría lograr quemando sulfuro [S2] o sulfuro de hidrógeno [H2S], que sería trasportado a la estratosfera en globos y mediante pistolas de artillería para producir dióxido de sulfuro [SO2]". Y, contrasta su enfoque con la erupción del monte Pinatubo en 1991, que ocasionó una reducción de las temperaturas mundiales de 0,5° C. al año siguiente. Aunque, reconoce que "la cuestión principal del método de modificación del albedo es saber si es seguro para el medio ambiente, si no tiene efectos secundarios importantes". Al examinar los efectos de las erupciones volcánicas, parece ser que éstos serían temporales. El Profesor Crutzen analiza varias posibilidades para introducir los gases o partículas en la estratosfera, y opina que estas medidas podrían ponerse en marcha avisándolo con poco tiempo y a un coste relativamente pequeño, que el estima entre 25.000 y 50.000 millones de dólares estadounidenses. Según señala, el calentamiento mundial es el responsable ya de algunas de las extinciones de animales y que la expansión del agua debido al aumento de las temperaturas es una amenaza constatada, que se sitúa por delante de los efectos que produce el derretimiento de las capas de hielo. El aumento de los niveles de CO2 hará también que el mar tenga mayor acidez, lo que pondrá en peligro a los corales y otros tipos de vida precarios del mar. "Si no hay reducciones considerables en las emisiones de efecto de gas invernadero y las temperaturas aumentan rápidamente, entonces la ingeniería climática, como se afirma en este documento, será la única opción disponible para reducir de forma rápida los aumentos de temperatura y contrarrestar así otros efectos climáticos", señala el Profesor. Aunque esta solución que propone podría sonar drástica, "debo hacer hincapié en que el plan de mejora del albedo sólo será desarrollado cuando exista evidencia de las ventajas globales y, concretamente, cuando se desarrolle un calentamiento climático rápido que, paradójicamente, se debe en parte a la mejora de la calidad del aire a nivel mundial. Es importante que esta posibilidad no se utilice para justificar políticas climáticas inadecuadas, sino simplemente como una posibilidad para combatir potencialmente el drástico calentamiento climático", afirma. El Profesor Crutzen cree que la prioridad principal será reducir las emisiones de CO2, pero que "hay pocos motivos paras ser optimista". Si las reducciones de CO2 siguen sin éxito, entonces cree que una reacción drástica, como la que propone podría ser utilizada junto a otras medidas como el secuestro de CO2 y el aumento de la forestación. Sin embargo, reclama que primero se investigue, para determinar cómo responderían los componentes de sulfuro introducidos de forma artificial en la estratosfera, y si habrá algunos efectos secundarios imprevistos. El Profesor Crutzen cree que la mejor solución para todos sería la reducción de las emisiones de CO2", pero esto, "parece ser una esperanza infundada", señala.
Países
Alemania, Países Bajos