El concurso para jóvenes científicos anuncia sus ganadores
Jóvenes científicos en ciernes procedentes de toda Europa recogieron el pasado 27 de septiembre los premios a sus trabajos durante una ceremonia en la que fueron anunciados los ganadores del Concurso de la Unión Europea para Jóvenes Científicos. Los tres primeros premios correspondieron respectivamente a un proyecto sobre eliminación de hielo en los aviones, a un segundo sobre las curvas de las trayectorias de las pelotas de ping-pong, y por último a un proyecto sobre posibles betabloqueantes. El Comisario europeo de Ciencia e Investigación Janez Potocnik felicitó a los ganadores señalando que "La ciencia no tiene fronteras, ni siquiera en cuestión de edades. Lo que hemos podido ver hoy nos demuestra el espíritu innovador y de búsqueda de nuestros jóvenes. Felicito calurosamente a todos cuantos habéis participado en el concurso, y claro está, sobre todo a los ganadores. Confío firmemente en que todos sigáis disfrutando de la pasión por los descubrimientos y los inventos, ahora y durante toda vuestra vida". Los ganadores fueron seleccionados entre un total de 120 jóvenes científicos procedentes de 33 países y en edades comprendidas entre los 15 y los 20 años. La profesora Jane Grimson del Trinity College de Dublín presidió el jurado encargado de escoger a los ganadores. De los 28.500 euros destinado a premios, los tres primeros, por un valor de 5.000 euros cada uno, correspondieron a tres equipos diferentes. Sus ganadores fueron los siguientes: Los austriacos Michael Kaiser y Johannes Kienl resultaron premiados por su desarrollo de un sistema totalmente novedoso que permite la eliminación del hielo en las aeronaves. El sistema, que puede ser utilizado para eliminar el hielo tanto de todas las superficies de sustentación de las aeronaves como de las instalaciones eólicas, puede incorporarse a las alas del avión, a los estabilizadores verticales y horizontales y a los rotores de las instalaciones eólicas. Una capa de metal calentado se utiliza para expulsar el hielo acumulado de las alas de la aeronave, de modo que el calor y la energía tan solo son necesarias cuando aparece el hielo. Es precisamente esta particularidad la que hace diferente a este sistema de los tradicionales sistemas anti-hielo. Los sistemas convencionales necesitan de un calor constante, incluso cuando el avión navega por una zona peligrosa. Estos dos jóvenes inventores, ambos de 19 años, se muestran interesados en seguir la carrera de "piloto". Los alemanes Alexander Joos y Johannes Burkart, de 19 y 20 años de edad respectivamente, recibieron asimismo un premio de 5.000 euros por su proyecto sobre las curvas en las trayectorias de las pelotas de ping-pong. El ping-pong es uno de los deportes más rápidos que existen. No obstante, los jugadores profesionales son capaces de colocar la pelota justo en el borde de la mesa y darle además un efecto de liftado que dificulta su recepción. El proyecto consistía en intentar entender y simular las curvas que describen las pelotas en el aire. Los dos jóvenes científicos empezaron analizando con la ayuda del ordenador la trayectoria de las pelotas lanzadas por un aparato de entrenamiento. A continuación compararon sus experimentos sobre las curvas de las pelotas en el aire con una simulación de sus trayectorias, reproduciendo a fin de cuentas las situaciones reales que pueden presentarse en una mesa de ping-pong. El tercer y último ganador de uno de los primeros premios fue el polaco Tomasz Wdowik, de 19 años, que recibió su galardón por el proyecto "Synthesis of 1-(7 -methoxy-1H-indol-4-yloxy)-3-[2-(methoxyphenoxy) ethylamino]propan-2-ol, potential ß-adrenoreceptor antagonist". Las enfermedades coronarias son una de las principales causas de mortandad en Europa. Uno de los métodos para combatir estas enfermedades es la aplicación a los pacientes de tratamientos a base de betabloqueantes como el propanolol y el metropolol. Wdowik realizó una compleja síntesis de química orgánica de un nuevo compuesto que podría venir añadirse a la gama ya existente de betabloqueantes y describió además la acción de estos betabloqueantes. Los tres segundos premios, por un importe de 3.000 euros cada uno, correspondieron a jóvenes científicos de Alemania, Polonia y Hungría por sus proyectos sobre sistemas binarios espectroscópicos, trasformación geométrica y su programa de apoptosis respectivamente. Los tres terceros premios, por un valor de 1.500 euros cada uno, fueron concedidos a investigadores de Bulgaria, Irlanda y la República Checa por sus proyectos sobre métodos de medición, un indicador sobre el deterioro de los alimentos, y los cambios en la coloración de las hojas del trigo respectivamente. Se premió además a varios participantes con visitas a gastos pagados a la Oficina Europea de Patentes (OEP), el Centro de Biología Vegetal de Umeå, y a las sedes de cada uno de los siete miembros del EIROforum: - el CERN - Laboratorio Europeo de Física de Partículas - el EFDA - Acuerdo Europeo para el Desarrollo de la Fusión - el EMBL - Laboratorio Europeo de Biología Molecular; - la AEE - Agencia Espacial Europea; - el ESO - Observatorio Austral Europeo; - la ESRF - Instalación Europea de Radiación Sincotrón; - y el ILL - Instituto Laue-Langevin.