Los polinizadores son la clave de un tercio de la producción mundial de cultivos
Según una nueva investigación, un tercio de la producción mundial de cultivos procede de cultivos que dependen de polinizadores como las abejas, los pájaros y los murciélagos. La polinización de las cosechas de alimentos es ampliamente reconocida como ecosistema clave, pero hasta ahora no ha sido evaluada la magnitud de nuestra dependencia de la polinización animal a escala mundial. Un equipo de investigación internacional ha llevado a cabo una exhaustiva revisión de los estudios científicos de 200 países sobre 115 de los principales cultivos del mundo. El estudio, que fue financiado parcialmente por el VI Programa Marco de la UE, se halla publicado en «Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences». «Existe en agricultura una frase muy extendida según la cual uno de cada tres bocados que comemos se lo debemos a los polinizadores», declaró Claire Kremen, profesora de la Universidad de California y una de los autores del estudio. «Sin embargo, no estaba claro de dónde procedía ese cálculo, por lo tanto, nos propusimos hacer un cálculo más riguroso y reproducible, y quisimos analizar el impacto a escala mundial». Los investigadores descubrieron que de los 115 cultivos estudiados, 87 dependían de la polinización animal, mientras que 28 no lo hacían. De los 87 cultivos que dependen de la polinización, 13 dependían por completo de la polinización animal, 30 dependían de ella en gran parte y 27 dependían de ella de manera moderada. El análisis de los volúmenes de producción revela que el 60% de la producción mundial procede de cultivos que no dependen de la polinización animal. Éstos son principalmente los cultivos de alimentos de primera necesidad como el trigo, el maíz y el arroz. Un total del 35% de la producción mundial de cultivos procede de cultivos que dependen de la polinización animal. Éstos incluyen muchos cultivos de frutas que proporcionan macro y micro nutrientes que son esenciales para una dieta sana. Según el estudio de los investigadores, «nuestra dieta se empobrecería considerablemente, tanto nutricional como culturalmente, si la polinización siguiera disminuyendo». La pérdida de hábitat y las prácticas agrícolas intensivas están produciendo un impacto negativo en las poblaciones de abejas de miel, especialmente abejas salvajes. «Hemos sustituido la polinización que antes nos proporcionaban diversos grupos de abejas salvajes por abejas de miel domesticadas», explicó la profesora Kremen. «El problema es que, si no protegemos a los polinizadores salvajes, no tenemos un plan de seguridad». En algunas partes del mundo, la pérdida de polinizadores naturales ha causado ya la aplicación de medidas extremas por parte del sector agrícola, explicó la autora principal, Alexandra-Maria Klein, de la Universidad de Göttingen. «Las frutas de la pasión en Brasil se polinizan a mano a través de jornaleros que resultan caros porque no se dispone apenas de los polinizadores naturales, las abejas carpinteras, debido al uso extremo de insecticidas en los campos agrícolas y a la destrucción de los hábitats naturales», declaró. En el documento, los investigadores presentan a grandes rasgos las prácticas de gestión paisajística que podrían ayudar a aumentar el número de polinizadores. Éstas prácticas incluyen la provisión de alimentos y de zonas de anidación para las abejas permitiendo que las hierbas y plantas autóctonas crezcan en áreas que lindan con los cultivos, y evitando el uso de insecticidas de amplio espectro, especialmente aquellos que pueden contaminar el néctar y el polen. Los investigadores sugieren que la carga financiera de la aplicación de estas medidas podría aliviarse a través de programas agro-ambientales. Estos fondos están disponibles tanto en Europa como en EEUU para agricultores que apliquen estrategias de gestión para aumentar la biodiversidad en su tierra. Los científicos solicitan más investigación sobre la polinización de cultivos, especialmente en lo que se refiere al papel de los no insectos como los pájaros, murciélagos u otros vertebrados. Por último, los investigadores concluyeron que «necesitamos urgentemente más investigación en polinización de cultivos junto con una mejor coordinación de la investigación a nivel comunitario en diferentes áreas de producción, con el fin de contribuir al sostenimiento de la producción de los diversos cultivos que alimentan a la humanidad».
Países
Australia, Alemania, Francia, Estados Unidos