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Un proyecto de la UE comienza sus trabajos para crear la mayor base de datos existentes sobre la dislexia

Un nuevo proyecto financiado por la UE se propone crear la mayor base de datos existente en el mundo sobre la dislexia. La dislexia es un trastorno del aprendizaje que aparece frecuentemente y afecta al menos a un 5% de los niños en edad escolar en Europa. Si bien tanto su t...

Un nuevo proyecto financiado por la UE se propone crear la mayor base de datos existente en el mundo sobre la dislexia. La dislexia es un trastorno del aprendizaje que aparece frecuentemente y afecta al menos a un 5% de los niños en edad escolar en Europa. Si bien tanto su tipología como su gravedad pueden variar de manera significativa, las principales dificultades aparecen a nivel de la lectura, la escritura, la ortografía, los conocimientos matemáticos elementales, la organización personal y la noción del tiempo. El grado en el que este trastorno puede afectar a los individuos varía desde simples dificultades de tipo moderado con la ortografía hasta serios problemas de organización e incluso un absoluto analfabetismo. Para Franck Ramus del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) en Francia, «La dislexia se presenta como un enorme problema social que afecta en Europa a un niño por aula». «A pesar de no estar tan extendida como otras enfermedades, representa un obstáculo muy importante para aquellos que la sufren». El CNRS es una de las trece organizaciones pertenecientes a nueve países europeos con participación en NEURODYS, un proyecto financiado dentro de la sección «Ciencias de la vida, genómica y biotecnología para la salud» del VI Programa Marco (VIPM) y cuyo objetivo es determinar los factores biológicos y medio ambientales que determinan esta enfermedad. Como explicó el Dr. Ramus a Noticias CORDIS, «Durante los últimos 30 años ha habido numerosas investigaciones sobre el tema de la dislexia, sobre todo desde una base cognitiva y cerebral». De acuerdo con las investigaciones neurológicas, la dislexia vendría originada por algún tipo de anormalidad en el funcionamiento de la zona izquierda del cerebro que controla el sistema léxico. Por el contrario, las investigaciones de tipo cognitivo realizadas en los últimos años se han centrado cada vez más en los problemas relacionados con la comprensión fonológica, es decir con la comprensión de los sonidos del lenguaje hablado dentro de las palabras. Ello ha dado lugar a ciertas especulaciones sobre si estos problemas podrían estar relacionados con una zona específica del cerebro. Sin embargo, buena parte de estas investigaciones no han resultado hasta ahora concluyentes. «El proyecto NEURODYS estudiará además la dislexia sobre una base cognitiva y cerebral, si bien se pondrá un mayor énfasis en su posible base genética», señala el Dr. Ramus. «A pesar de que se han realizado ya algunos trabajos preliminares sobre la dislexia dentro del campo de la genética, fue solamente a partir el descubrimiento de la estructura del genoma humano en 2001 cuando en realidad comenzaron a desarrollarse los auténticos estudios moleculares sobre la dislexia». En concreto, el proyecto explorará las posibles conexiones existentes entre las regiones activas subyacentes del cerebro y los genes causantes del riesgo. Uno de los principales desafíos que presenta la realización de un estudio genético sobre las dislexia a nivel paneuropeo es la enorme cantidad de datos que se necesitan. El proyecto se propone recoger durante un período de tres años muestras de un total de 4.000 niños procedentes de diferentes países de toda Europa, lo que permitirá a los investigadores tener en cuenta tanto las particularidades medioambientales como las derivadas del lenguaje. Hasta el momento se han recogido ya 2.000 muestras y se ha comenzado a desarrollar una base de datos. «Será la mayor base de datos existente en el mundo», explica el Dr. Ramus, quien confía además en que la base no deje de crecer durante los próximos meses. «Existe un interés en aumento por parte de grupos de investigación de Estados Unidos en asociarse con nosotros para crear un proyecto transatlántico sobre la dislexia». Mediante la integración de los nuevos datos disponibles en diferentes países a nivel molecular, cerebral y de comportamiento los socios del proyecto esperan desarrollar un conocimiento más profundo sobre cuáles son los aspectos de la dislexia que deben ser considerados universales y cuáles de ellos son característicos de cada cada idioma. Ello permitirá a los científicos establecer una base sólida a través de la cual mejorar el diagnóstico y tratamiento de este trastorno.

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