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Los científicos consiguen poner en funcionamiento el imán superconductor más grande del mundo

El imán superconductor más grande del mundo ha sido puesto en funcionamiento con éxito y ya está listo para ayudar a los físicos a dar respuesta a preguntas fundamentales sobre la naturaleza del universo y lo que ocurrió inmediatamente después del Big Bang. Llamado barril to...

El imán superconductor más grande del mundo ha sido puesto en funcionamiento con éxito y ya está listo para ayudar a los físicos a dar respuesta a preguntas fundamentales sobre la naturaleza del universo y lo que ocurrió inmediatamente después del Big Bang. Llamado barril toroidal por su forma, el nuevo imán proporcionará un potente campo magnético al ATLAS, uno de los detectores de partículas que recogerá datos en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN. El barril toroidal del ATLAS está compuesto por ocho bobinas superconductoras, cada una en forma de rectángulo de esquinas redondeadas, de 5 m. de ancho y 25 m. de longitud, alineadas todas ellas con precisión milimétrica. El barril toroidal entrará en funcionamiento con otros imanes en el ATLAS para dirigir las rutas de partículas cargadas producidas en colisiones en el LHC, facilitando así la medición de importantes propiedades. «Los imanes toroidales son de vital importancia para poder medir los muones (un tipo de partícula) que se producen en interacciones», declaró el Dr. Richard Nickerson, director del proyecto ATLAS del Reino Unido. «Éstos son vitales para una gran parte de la física que queremos estudiar, por lo tanto, los buenos resultados de la prueba de los imanes constituyen un gran avance». Poner a prueba el imán supuso un largo proceso. Durante un periodo de seis semanas en julio y en agosto, el barril toroidal se enfrió a una temperatura de -269° C. Después se puso en funcionamiento paso a paso, a corrientes cada vez más altas, hasta que alcanzó los 21.000 amperios en la noche del 9 de noviembre, 500 amperios más de los que la corriente necesitaba para producir el campo magnético. Entonces se desconectó la corriente y las grandes cantidades de energía magnética almacenada se disiparon de forma segura. «No podemos decir que el barril toroidal del ATLAS esté preparado para la física», comentó Herman ten Kate, director del proyecto del sistema magnético del ATLAS. Las altas colisiones de energía que tendrán lugar en el ATLAS ayudarán a investigadores de todo el mundo a responder a cuestiones fundamentales, en las que se incluyen: qué ocurrió inmediatamente después del Big Bang, por qué las partículas tienen masa, de qué está hecho el 96% que desconocemos del universo, y por qué la naturaleza prefiere la materia a la antimateria. La construcción del ATLAS constituye un verdadero esfuerzo de colaboración internacional, que implica a unos 1.800 científicos de 165 universidades y laboratorios en 35 países. La puesta en servicio del LHC está prevista para noviembre de 2007.