European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Article Category

Noticias
Contenido archivado el 2023-03-02

Article available in the following languages:

Un proyecto de la UE revela el potencial económico de las plantas como materias primas

Según una nueva serie de informes del proyecto EPOBIO, que ha sido financiado por la UE, en un periodo de tan sólo diez o quince años las plantas podrían llegar a suministrar fuentes alternativas de materias primas que podrían ser utilizadas para la obtención de energía, combu...

Según una nueva serie de informes del proyecto EPOBIO, que ha sido financiado por la UE, en un periodo de tan sólo diez o quince años las plantas podrían llegar a suministrar fuentes alternativas de materias primas que podrían ser utilizadas para la obtención de energía, combustibles y otros productos de uso cotidiano. En la actualidad dependemos del petróleo para una serie de innumerables aplicaciones como, por ejemplo, la obtención de combustibles para su uso en transporte y calefacción y la producción de plásticos a partir de los cuales se fabrican un gran número de nuestros objetos de uso diario. No obstante, el petróleo se trata de un recurso limitado para el que se siguen buscando nuevas alternativas a medida que aumentan las dudas sobre nuestra capacidad de asegurar su suministro en el futuro y sobre su impacto en el medio ambiente. El proyecto EPOBIO tiene como objetivo desarrollar el potencial económico de las materias primas derivadas de las plantas mediante el diseño de nuevas generaciones de productos biológicos creados a partir de dichas materias primas vegetales. Dos de los principales amenazas a las que debe hacer frente nuestra sociedad son, por una parte, nuestra dependencia de los combustibles fósiles, de disponibilidad limitada y, por otra, el cambio climático», explica la profesora Dianna Bowles, directora del proyecto EPOBIO. «Las plantas podrían en principio servir para proporcionarnos todo lo que hasta ahora se fabrica a partir del petróleo. De este modo seríamos capaces de crear una sociedad sostenible para el futuro y resolver a la vez problemas tales como el aumento de los costes energéticos, la seguridad en el suministro de energía y el impacto negativo de nuestra sociedad sobre el medio ambiente». Los informes analizan tres áreas en las que los productos creados a partir de las plantas ofrecen mayores ventajas para la sociedad y que podrían hacerse realidad en los próximos 10 a 15 años, a saber, los aceites vegetales, las paredes celulares de las plantas y los biopolímeros y destaca las investigaciones necesarias para mejorar el desarrollo de estas tecnologías. El informe dedicado a los aceites vegetales analiza la posibilidad de producir lubricantes a partir de las plantas. Los aceites vegetales tienen estructuras y propiedades similares a los aceites minerales y podrían ser utilizados como alternativas a estos en muchas aplicaciones. Su desarrollo hasta ahora ha sido limitado por el alto coste derivado de su extracción, pero a medida que los aceites minerales son cada vez más caros, es urgente encontrar otra alternativa. Según los investigadores, la producción de ésteres de cera de la especie vegetal conocida como «Crambe abyssinica» podría llegar a resultar viable en Europa. La C. abyssinica no necesita de grandes cantidades de agua o fertilizantes y se podría conseguir que su procesamiento resultase más eficiente si las partes de la planta desechadas en la producción de carburante se utilizasen en la producción de energía para el proceso de producción. De este modo, la C. abyssinica podría proporcionar un suministro sostenible de lubricantes para su uso en motores, transmisiones de vehículos y fluidos hidráulicos. El segundo informe está dedicado a las biorrefinerías. A través de estas biorrefinerías sería posible procesar las plantas y crear biocombustibles, energía, productos químicos, materiales y fibras cuya producción está basada en la actualidad en el petróleo. Sin embargo para que esto llegue a ser una realidad, es necesario que los investigadores lleguen antes a comprender cómo liberar los azúcares atrapados en las paredes celulares de las plantas. A medida que las paredes celulares de las plantas han ido evolucionando para resistir los ataques de las fuerzas químicas o mecánicas y de los microbios esta adaptación se ha convertido en un importante escollo para avanzar en el desarrollo de las tecnologías de la biorrefinería. El tercer informe examina el uso de los biopolímeros como alternativa al caucho. El caucho natural extraído a partir del árbol del caucho conocido como «Hevea brasiliensis» se utiliza en aproximadamente unas 40.000 aplicaciones domésticas, además de en aplicaciones industriales como, por ejemplo, la fabricación de neumáticos de alta resistencia para camiones y aeronaves. A pesar de ello se prevé que la demanda de caucho natural supere su capacidad de suministro en un 25% antes de 2020, un problema que viene agravado por la incidencia negativa de una enfermedad de carácter micótico que ha acabado prácticamente con la producción de caucho natural en Sudamérica. Las alergias al látex no dejan asimismo de aumentar. Los investigadores han identificado el arbusto conocido como «guayule» productor de caucho como fuente alternativa para la obtención de este material. El guayule se adapta adecuadamente a su cultivo en áreas semiáridas del sur de Europa y precisa de pocos cuidados. No obstante es necesario seguir investigando para mejorar la producción de caucho a partir de esta planta. Los investigadores señalan que estas nuevas vías de utilización de las plantas contribuirán a alcanzar una serie de objetivos políticos de la UE como son el cumplimiento de las metas en materia de emisiones de gases efecto invernadero, utilización de biocombustibles y desarrollo sostenible. Con ello el sector agrícola contará además con nuevas fuentes alternativas de ingresos al mismo tiempo que las actividades relacionadas con el procesamiento de estas plantas contribuirán además al desarrollo rural.