La revista Science refuerza los procedimientos de revisión
En un informe sobre la publicación en la revista Science de los artículos escritos por el ahora desacreditado científico de células madre surcoreano, Woo Suk Hwang, se aconseja a la destacada revista que modifique sus procedimientos de revisión con el fin de identificar y eliminar los artículos basados en resultados de investigación fraudulentos. En marzo de 2004, Science publicó un artículo del Dr. Hwang y sus colegas que aparentemente describía el desarrollo, a partir de un blastocito humano clonado, de células madre embrionarias que se convierten potencialmente en cualquier célula del organismo. Justo un año después, en junio de 2005, se publicó un segundo artículo en el que el Dr. Hwang y su equipo afirmaban haber aislado las primeras líneas de células madre embrionarias, específicamente creadas para que se correspondieran con el ADN de personas que padecen alguna enfermedad o lesión de médula espinal. Posteriormente, la revista Science tuvo que retractarse de ambos artículos en enero de 2006, tras revelarse que las «averiguaciones» del Dr. Hwang eran el resultado de una mala práctica grave de investigación. El consejo editorial de la revista creó un comité de prominentes directores de revistas científicas y científicos de células madre para que investigaran el tratamiento que hacen de los artículos fraudulentos, y ahora se ha publicado en la página web de la revista Science este informe del comité, junto con la respuesta del director de Science. Según el informe, el comité descubrió que los revisores de los artículos fraudulentos se habían ceñido a los procedimientos de Science y habían «realizado un serio esfuerzo, considerablemente mayor al que se aplica en la mayoría de los artículos publicados en Science, para garantizar la validez de las afirmaciones científicas». Sin embargo, señalan que los procedimientos actuales se basan en una presunción de credibilidad sobre la integridad básica de la mayoría de los investigadores. Los autores del informe escriben que «de hecho, [Science] recibe actualmente un reducido número de artículos que son intencionalmente engañosos� o que están tergiversados de manera sustancial por el propio interés». Los autores creen que la distinción que supone tener un artículo publicado en una revista prominente como son Science o Nature sirve a algunos científicos de motivación para no seguir las normas. «Este problema tiene un significativo impacto en toda la ciencia, ya que es fundamental la confianza en el sistema, y dado que Science y Nature se considera que informan sobre la mejor ciencia», señala el informe. El comité señala que el número de artículos presentados a Science implica que un aumento del nivel de verificación de todos ellos sería simplemente imposible. Sin embargo, recomienda que para los artículos que probablemente tengan una gran visibilidad o influencia, la revista debería fijar un «nivel sustancial de evaluación». «Es fundamental desarrollar un proceso por el cual los artículos con probabilidad de suscitar la atención se examinen con gran detenimiento para buscar errores, falsedad de hechos, engaños o fraude categórico», afirma el comité que, según pronostica, en un futuro cercano, estos artículos podrían proceder de los ámbitos de investigación sobre el clima, la energía, la salud y la nanotecnología. El comité aconseja a la revista que lleve a cabo una «evaluación de riesgo» de todos los artículos que son aceptados para su publicación. Este nuevo procedimiento plantearía cuestiones sobre la probabilidad de que el trabajo sea intencionalmente engañoso o simplemente que sea erróneo, y las consecuencias que de ello se derivan para la reputación de Science y la ciencia, así como para la política pública, la propiedad intelectual o el crédito académico. El informe recomienda también la creación de un método para clarificar las contribuciones y responsabilidades de los autores y coautores, y reclama la introducción de información más extensa en el material de apoyo a la publicación. «Los datos básicos son esenciales y deberían poder disponer de ellos revisores y lectores», afirman los autores. Por último aconsejan a Science que trabaje con otras revistas de prestigio como Nature a fin de establecer normas comunes. «No sería deseable que los autores eligieran una revista para presentar sus trabajos basándose en las normas, o en la ausencia de éstas, del tipo que discutimos aquí», advierte el informe. Respondiendo al informe, el editor jefe de Science, Donald Kennedy, escribe: «Estamos comprometidos a aceptar la mayoría de los resultados que se desprenden del informe y a aclarar nuestros nuevos procedimientos a los autores, revisores y lectores conforme se elaboran». El Sr. Kennedy se muestra de acuerdo con los autores del informe en que la publicación de estos artículos fue un «mal resultado». «Al hacer públicas estas recomendaciones y nuestra respuesta, intentamos poner de manifiesto nuestro compromiso a garantizar que el proceso de revisión no se ponga en entredicho por una mala práctica intencionada», escribe, añadiendo que los lectores de Science podrán ver las revisiones a las directrices que deben seguir los colaboradores en un futuro cercano. «Seguiremos consultando en términos generales a la comunidad científica conforme vayamos considerando otros cambios en respuesta al informe», concluye.
Países
Corea del Sur, Estados Unidos