El Parlamento y el Consejo llegan a un acuerdo sobre REACH
Delegaciones del Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros han logrado, en la sexta tanda de negociaciones informales, alcanzar un acuerdo sobre REACH, el paquete propuesto de regulaciones sobre nuevos productos químicos. Dentro del compromiso final, que se presentará a todos los eurodiputados el 13 de diciembre, se rechazará la autorización de 1.500 productos químicos considerados como los más dañinos si existen alternativas más seguras. Sin embargo, una nueva enmienda permitirá la aprobación de ciertas sustancias químicas en el caso de que los productores demuestren que pueden ser controladas de forma adecuada. La industria agradecerá esta medida, ya que ha declarado que la sustitución obligatoria podría determinar inadvertidamente una prohibición sobre sustancias químicas que tengan beneficios socioeconómicos. Para las sustancias peligrosas, habrá la obligación de presentar un plan de sustitución para su reemplazo por alternativas más seguras. Si no existiera alternativa, los productores deben presentar un plan de desarrollo e investigación. Otros aspectos del compromiso fortalecen los derechos de propiedad intelectual (IPR), con la ampliación de la protección de datos de tres a seis años, e intentan evitar la experimentación con animales que no sea necesaria. «Los eurodiputados han convertido el desarrollo de métodos de experimentación sin animales en una prioridad, pero el precio que REACH deberá pagar, al menos a corto plazo, será un aumento de la experimentación con animales», declaró el eurodiputado Chris Davies, quien estuvo al frente de las negociaciones en nombre de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (ALDE). REACH propone que los fabricantes e importadores de sustancias químicas elaboren pruebas sobre salud y seguridad para unas 30.000 sustancias de las 100.000 que hay actualmente en el mercado de la UE. El proceso de cribado se extenderá durante un periodo de 11 años, y podría comenzar con las sustancias químicas más tóxicas y las que se comercializan en cantidades más elevadas. El acuerdo de compromiso ha tenido una buena acogida en el seno de la Comisión Europea, que afirma que es una «mejora significativa en relación con la posición común anterior». Varias organizaciones no gubernamentales se han mostrado sin embargo menos entusiastas. Un consorcio de grupos sobre medio ambiente, la mujer, la salud y los consumidores ha afirmado que el acuerdo no supondrá una mejora real respecto a la legislación actual.