Nuevo método para probar componentes de avión
Científicos de Alemania y el Reino Unido están desarrollando un nuevo método para poner a prueba componentes de avión destinados a hacer que los viajes aéreos sean más seguros y económicos. El objetivo del equipo es desarrollar programas de modelación por ordenador modernos que muestren cómo reaccionan los componentes de un avión bajo las tensiones del vuelo. Esto podría reemplazar la costosa prueba mecánica a la que son sometidos los componentes actualmente. El proceso mediante el cual se propagan a lo largo del tiempo pequeñas grietas inherentes a los componentes de metal que forman los motores de los aviones, se llama fatiga del metal, o «propagación de grietas de fatiga». Este fenómeno ha causado en el pasado trágicos accidentes como el de United Airlines, ocurrido en Estados Unidos en 1989, en el que murieron 112 personas. Los investigadores descubrieron que la pieza de metal que sostenía los álabes de fan se había roto en pedazos, destruyendo la hidráulica del avión y haciendo que diera una voltereta por la pista de despegue cuando intentaba aterrizar. «En cualquier viaje aéreo, las partes del motor pasan por una compleja combinación de tensiones y vibraciones. Necesitamos saber cómo van a ser afectadas las grietas inherentes al metal», declara la investigadora Jie Tong, de la Universidad de Portsmouth. «La seguridad del avión depende de que los ingenieros sepan cuándo van a convertirse las grietas en un problema, de manera que se puedan hacer planes para reemplazar los componentes durante ciclos de inspección regulares. La programación de estas inspecciones depende crucialmente del conocimiento exacto de los mecanismos de propagación de grietas y de la velocidad de avance de la grieta», declara la Profesora Tong. Según la Universidad de Siegen, hasta un 90% del tiempo de duración de un componente se emplea en la fase de iniciación y la primera propagación de grietas cortas. Expertos en ciencias materiales de esta universidad alemana examinarán la estructura de dislocación y otros cambios microscópicos en componentes utilizando un potente microscopio de transmisión. «Este trabajo no sólo aumentará la seguridad aérea, sino que también reducirá el coste de mantenimiento, que se eleva actualmente a miles de millones de dólares en todo el mundo, y esto supone viajes más económicos y más seguros para todos», declara la profesora Tong.
Países
Alemania, Reino Unido