Según un estudio, las mujeres ingenieras adoptan estrategias para hacer frente a los desafíos
Aunque cada vez son más las mujeres que estudian ingeniería en el Reino Unido, sólo unas pocas prosiguen una carrera profesional dentro el sector, aquellas que adoptan una serie de estrategias para desenvolverse en un entorno dominado por hombres, según una nueva investigación elaborada por el Consejo de Investigación Económica y Social del Reino Unido (ESRC). Gracias a una serie de iniciativas gubernamentales, la proporción de mujeres que estudian ingeniería a nivel universitario aumenta de forma continuada. En 2003 y 2004, el 15% de los estudiantes de ingeniería eran mujeres, en comparación con sólo el 3% de la década de 1970. Sin embargo, sólo unas pocas de estas mujeres pretenden desarrollar una carrera profesional dentro del sector de la ingeniería. Para saber la causa de ello, un equipo dirigido por Barbara Bagilhole de la Universidad de Loughborough entrevistó a mujeres estudiantes de ingeniería antes, durante y después de desempeñar un puesto en la empresa como parte de su formación universitaria. Los investigadores descubrieron que las mujeres consideraban la ingeniería como una base útil para una variedad de salidas profesionales. Sin embargo, tanto los hombres como las mujeres estudiantes fueron muy críticos con la forma en que son impartidos los cursos, al afirmar que son demasiado teóricos y no les enseñan suficientes conocimientos prácticos. Los investigadores descubrieron que una vez en su puesto, las estudiantes adoptaron varias estrategias para desenvolverse como estudiantes que ocupan un puesto en la empresa en un entorno dominado por hombres, «pudiendo actuar como uno de los chicos, aceptando los desafíos relativos al género, teniendo una reputación y minimizando las desventajas a favor de las ventajas». Además, las mujeres estudiantes de ingeniería valoraban su nueva situación y mantenían la visión estereotipada tradicional de las mujeres fuera de la profesión. «Estas actitudes podrían ser el resultado de la asimilación de la cultura industrial y hacen poco para promover las causas de la mujer en la ingeniería», comentó la Profesora Bagilhole. Tanto en el aula como en el lugar de trabajo, las mujeres creen que su género implicaba una mayor probabilidad de que recibieran ayuda que sus colegas hombres, lo que apunta a que las mujeres eran consideradas por muchos en el sector de ingeniería como menos capacitadas que los hombres. Muchas mujeres sienten también que su género les hace ser más proclives a conseguir un trabajo y, aunque las medidas para la contratación de más mujeres son encomiables, siembra la duda entre muchas mujeres que se preguntan si han sido contratadas por sus capacidades o por su género. Los investigadores recomiendan que en los cursos de enseñanza superior se desarrollen mecanismos de apoyo y preparación orientados al género para los estudiantes que tienen previsto ocupar puestos en la empresa. Los mecanismos podrían abordar los problemas a los que se enfrentan las mujeres en su lugar de trabajo. Por su parte, las empresas y las organizaciones de ingeniería deberían ser más transparentes a la hora de aplicar sus criterios de contratación y desarrollar salidas profesionales claras. Además, deberían facilitar la creación de redes para las nuevas ingenieras.
Países
Reino Unido