Skip to main content
European Commission logo
español español
CORDIS - Resultados de investigaciones de la UE
CORDIS

Article Category

Noticias
Contenido archivado el 2023-03-02

Article available in the following languages:

La AESA establece un límite de consumo seguro de bisfenol A

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) ha establecido el nivel máximo de consumo humano diario de bisfenol A o BPA, un producto químico que se encuentra en muchos plásticos de uso doméstico. Basándose en lo que se denomina evidencia científica sólida, la AESA c...

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) ha establecido el nivel máximo de consumo humano diario de bisfenol A o BPA, un producto químico que se encuentra en muchos plásticos de uso doméstico. Basándose en lo que se denomina evidencia científica sólida, la AESA concluyó que el nivel de efecto adverso no observado (NOAEL), de cinco miligramos/kg de peso corporal al día, identificado en la anterior evaluación de 2002 seguía siendo válido. El BPA es un producto químico utilizado para fabricar productos de plástico de policarbonato, como por ejemplo recipientes de plástico reutilizable para comida y bebida, biberones, revestimientos de latas de productos alimenticios, compact disks, equipos de seguridad para deportes y muchos productos domésticos comunes. La preocupación llegó cuando se descubrió que este producto químico se había introducido en pequeñas cantidades en alimentos y bebidas conservados en materiales que contenían esta sustancia. Cuando fue probado en roedores, los científicos descubrieron que pequeñas dosis de este producto químico, perteneciente a un grupo de productos químicos denominados «disruptores de hormonas» o «disruptores endocrinos», podían producir efectos perjudiciales. En los ratones macho expuestos en la matriz a bajos niveles de BPA se observó un aumento del peso de la próstata y una disminución de la producción diaria de esperma. Además, los científicos descubrieron que el BPA podía causar mayores efectos en bajas dosis que en dosis más altas. Sin embargo, nuevos estudios han demostrado que existen diferencias importantes entre los humanos y los roedores, como por ejemplo, el hecho de que las personas metabolicen y excreten el BPA de su organismo mucho más rápidamente que los roedores. Esto restringe la relevancia de la valoración de riesgos para los humanos de los efectos del BPA en bajas dosis, descubiertos en los estudios realizados con roedores. Los estudios han demostrado también que los ratones son especialmente sensibles a los estrógenos. Dado que el BPA imita al estrógeno, en un nuevo estudio realizado en ratones (y dos generaciones de su descendencia), la ausencia de efectos adversos con una cantidad igual e inferior a 5 mg/kg de peso corporal añade más confianza a la valoración de riesgos, señala la AESA.