La revolución tecnológica de RFID
En el futuro, las compras y las tareas del hogar, como lavar la ropa, podrán realizarse sin esfuerzo con la introducción de la tecnología de Identificación por Radio Frecuencia (RFID). AAunque antes se tendrán que despejar algunas cuestiones relevantes relativas al derecho a la intimidad, según afirma el eurodiputado alemán, Jorgo Chatzimarkakis. El Sr. Chatzimarkakis conoce la tecnología RFID. Como miembro de la comisión de Asesoramiento sobre Opciones Científico-Tecnológicas (STOA) del Parlamento Europeo, en el último año ha estado muy ocupado organizando manifestaciones para informar sobre la revolución tecnológica de RFID. En la entrevista que Noticias CORDIS le realizó, el eurodiputado habla sobre el futuro de la tecnología y de cómo se debería regular para garantizar la salvaguardia de nuestro derecho a la intimidad. Las etiquetas RFID son pequeños microchips hechos de plástico o incluso de papel. Adheridas a una antena, emiten un número de serie único por radio a corta distancia. Estas etiquetas pueden ser incorporadas a todo tipo de productos de consumo y se pueden escanear desde entre 3 a 50 metros de distancia, revelando información sobre el producto. La industria de RFID es un gran negocio. Las tendencias y previsiones actuales indican que el mercado crecerá con rapidez en los próximos diez años. Sólo en 2005, se vendieron unos 600 millones de etiquetas, y el valor del mercado, incluido el hardware, los sistemas y los servicios, se espera que se multipliquen por diez entre ahora y 2016. «RFID hará que nuestras vidas sean más rápidas, más fiables y más seguras», informó a Noticias CORDIS el Sr. Chatzimarkakis. «La tecnología se está utilizando en una multitud de circunstancias y aplicaciones, ya sea en el transporte público o en el acceso a los edificios». Uno de los ejemplos más populares y de éxito de la puesta en marcha de RFID ha sido el «Future Store» (tienda del futuro) del grupo minorista alemán Metro en Rheinberg. La tienda está llena de tecnologías inteligentes, incluyendo asistentes de venta personales, que pueden ajustarse a los carritos y activarse mediante una «tarjeta de fidelidad». Los chips RFID se han incorporado a una serie de productos de las estanterías. Al teclear el producto que se busca, el asistente le indica en la pantalla el pasillo donde se encuentra el producto. Las compras habituales aparecen en la lista de favoritos, así como las promociones de la tienda. Gracias a los chips de RFID, se avisa al personal de cuándo hay que reponer las estanterías de la tienda o de si los productos han caducado. «En la tienda Metro, se puede optar por activar la tecnología RFID a la entrada. Al salir de ella, hay una máquina que destruye los chips de RFID», explicó el Sr. Chatzimarkakis. Otro ejemplo es el Estadio Madejski, en Reino Unido, que se denomina así mismo «inteligente». Aquí se utilizan los tiques RFID junto a otras aplicaciones de tecnologías de la información y la comunicación (TIC). El sistema de tiques no sólo ofrece acceso al estadio, sino que sirve como tarjeta de fidelidad del cliente, medio de pago, control de masas, para la seguridad y para aplicaciones comerciales directas. También está el Zoo Apenheul, en Países Bajos, que ofrece en la entrada a los visitantes una bolsa con una etiqueta RFID. Los visitantes realizan su recorrido por las atracciones y la etiqueta permite que la administración del Zoo pueda hacer un seguimiento de sus movimientos, lo que le ha llevado al Zoo a comprobar las atracciones que son más populares y diseñar de nuevo el parque para ofrecer una experiencia mejorada a los visitantes. La bolsa también ha sido útil para localizar a niños perdidos. Las etiquetas RFID desempeñan un enorme papel también dentro del comercio europeo. «El comercio se realiza dependiendo de la carga que esté equipada con chips RFID», explicó el eurodiputado. El Sr. Chatzimarkakis afirmó que la tecnología RFID está evolucionando y alcanzado niveles sin precedentes de funcionalidad. El «Internet de las Cosas» está convirtiéndose en una realidad, declaró, y el límite entre el mundo físico y el digital se está «deconstruyendo». Se calcula que en 2015 habrá 1 trillón de sensores que enlazarán los mundos físico y digital. Pero, como en cualquier revolución tecnológica, se plantean cuestiones sobre cómo afectará el RFID a nuestras vidas. En una consulta pública reciente sobre RFID, mientras la gran mayoría de los encuestados admitió los beneficios potenciales de RFID, el mensaje principal era que los ciudadanos europeos se preocupan por los temas relativos a la protección de la intimidad. No todos los productos y servicios con chips RFID hacen uso o solicitan datos personales. «Por otro lado, si vas a un campo de fútbol, los datos personales serán trasferidos al sistema y el propietario del club querrá saber no sólo cuándo llegaste o dónde te sentaste, sino cuántas salchichas y cervezas has consumido». «Para evitar tener la sensación de que el «Gran Hermano te está observando», tenemos que hacer todo lo que podamos para que la gente pueda desconectar el RFID cuando entran en juego los datos personales», informó el Sr. Chatzimarkakis. «La autodeterminación de la información, está es la palabreja de moda ahora en el mundo de RFID. Significa que si los datos personales entran en el juego, la persona debe tener un control sobre los datos y poder desconectarse de cualquier aplicación que quiera utilizar o no», añadió. Para ello, sin embargo, los productos que tengan microchips RFID deberían estar claramente etiquetados y se deberá informar a los clientes que pueden desactivarlos si así lo desean. «Las personas deben conocer cuando están en funcionamiento los chips RFID», señaló el eurodiputado. «Porque cuando saben que está en uso, ven los beneficios directos. Cuando la tecnología es abstracta, las personas se oponen a ella». El Sr. Chatzimarkakis equiparó la tecnología RFID con la GSM, que también puede hacer un seguimiento de dónde se encuentra un individuo. «Pero, dígame una persona que no tenga teléfono móvil» ¿Por qué? Porque la gente ve los beneficios. Y si los beneficios son más elevados que la percepción personal del miedo, entonces la aceptarán» explicó a Noticias CORDIS. El reto para los responsables políticos europeos consistirá en ofrecer escenarios concretos y demostrar la amplia variedad de beneficios que RFID aporta a las personas. Se prevé la puesta en marcha en breve de un proyecto piloto financiado por la UE con el que se espera luchar contra la falsificación de productos farmacéuticos utilizando RFID, informó el eurodiputado. Otro desafío será el desarrollo de un marco para regular el uso de RFID. Aunque Europa cuenta con un marco reglamentario de protección de datos muy logrado, no existen normas para el uso de esta tecnología, señaló el eurodiputado. El Sr. Chatzimarkakis espera que en la próxima Comunicación de la Comisión Europea se aborden los temas relativos a la protección de los datos personales. También realizará propuestas para armonizar la estandarización y la interoperabilidad existentes en la UE y fuera de ella. El Sr. Chatzimarkakis cree que será importante que participen EEUU y China en la creación de un estándar mundial sobre RFID. La Presidencia alemana de la UE está contribuyendo al proceso de encontrar el marco político adecuado para la UE ya que ha incluido este tema en su lista de prioridades. Se espera también que portugueses y eslovenos lo conviertan en una prioridad cuando ostenten la Presidencia de la UE, afirmó el Sr. Chatzimarkakis. También se prevé el anuncio del programa sobre la política RFID en la feria CeBIT 2007, que se celebrará el próximo marzo en Hannover (Alemania). Mientras tanto, la investigación continuará produciendo la próxima generación de sistemas RFID seguros y a bajo coste. Además de la financiación que reciba del Séptimo Programa Marco (7PM), habrá otros recursos adicionales disponibles a través del recientemente lanzado Programa Marco para la Innovación y la Competitividad (CIP).