Se espera que unas nuevas directrices faciliten el diagnóstico de la hipersensibilidad a la aspirina
Investigadores europeos han publicado unas directrices con las que se pretende ayudar a los profesionales de la salud a diagnosticar correctamente la hipersensibilidad a la aspirina. Este trabajo, financiado por el Sexto Programa Marco de la UE (6PM) mediante GA2LEN («Global Allergy and Asthma European network» o red europea global de la alergia y el asma), ha sido publicado en Internet por la revista Allergy. La hipersensibilidad a la aspirina y a otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) es una de las reacciones adversas a fármacos más comunes. Se calcula que entre un 0,6 y un 2,5% de la población general es hipersensible a estos medicamentos. Entre los asmáticos esa cifra es mucho mayor; así, un estudio reciente reveló que el 21% no tolera la aspirina. Algunos signos de que una persona es hipersensible a la aspirina son el asma similar a la alergia, la sinusitis y la urticaria, que es un tipo de erupción. En casos extremos las reacciones pueden ser peligrosas (un ataque de asma y anafilaxia). Lamentablemente son muchos los casos de hipersensibilidad a la aspirina que no se diagnostican. «Diagnosticar la hipersensibilidad a la aspirina reviste una importancia grandísima», afirman los científicos. «Así se facilita al paciente una larga lista de medicamentos comunes que debe evitar dado el elevado riesgo de sufrir una reacción incluso mortal y se le informa de los antiinflamatorios no esteroideos que puede tomar sin riesgo.» El modo convencional de detectar la hipersensibilidad es la prueba de provocación, en la que se administran al paciente dosis pequeñas del medicamento con supervisión médica, dosis que se incrementan gradualmente. El diagnóstico es de hipersensibilidad cuando la función pulmonar del paciente disminuye en más de un 20%. En este trabajo, los investigadores exponen protocolos detallados para la realización de pruebas de provocación orales, bronquiales y nasales que cubren las indicaciones y las contraindicaciones correspondientes, el equipo necesario y directrices para interpretar los resultados de las pruebas. «Esperamos que nuestro trabajo permita a la comunidad médica acertar en sus diagnósticos», comentó el investigador jefe, el Prof. Andrew Szczeklik, de la Facultad de Medicina Jagiellonian (Polonia). «Dar un diagnóstico adecuado beneficia de verdad al paciente, puesto que el médico podrá recetarle otros medicamentos que sean del todo inofensivos y no acarreen efectos secundarios.»