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Es necesario actuar urgentemente para salvar los mares de Europa, según científicos

Los mares de Europa se encuentran en estado de grave deterioro y es necesario actuar con urgencia para evitar un mayor perjuicio. Ésta es la cruda advertencia que se desprende de un informe elaborado por el proyecto ELME («European Lifestyles and Marine Ecosystems», Estilos de...

Los mares de Europa se encuentran en estado de grave deterioro y es necesario actuar con urgencia para evitar un mayor perjuicio. Ésta es la cruda advertencia que se desprende de un informe elaborado por el proyecto ELME («European Lifestyles and Marine Ecosystems», Estilos de vida y ecosistemas marinos europeos), que fue financiado por la UE por medio del Sexto Programa Marco (6PM). Este proyecto, que reunió a investigadores de veintiocho instituciones de quince países, estudió cuatro mares europeos importantes: el Mar Báltico, el Mar Negro, el Mar Mediterráneo y la región del Atlántico nororiental. Su objetivo era observar si los cambios político-económicos sucedidos recientemente en Europa, como la ampliación de la UE y el rápido crecimiento económico, habían afectado a los estilos de vida europeos y si esto último había perjudicado a los mares europeos. Los científicos estudiaron cuatro aspectos ambientales de cada mar: cambio de hábitats, eutrofización (superfertilización del mar), contaminación química y pesca. Luego crearon modelos donde se vinculaban diversos factores económicos y sociales con dichas presiones ambientales. Seguidamente, usaron los modelos para predecir qué es más probable que ocurra en las décadas venideras con arreglo a distintos modelos de desarrollo socioeconómico. «En todos los mares observamos graves perjuicios relacionados con la aceleración del ritmo del desarrollo litoral, el modo de transportar mercancías y la manera de producir alimentos tanto en la tierra como en el mar», afirmó el coordinador del proyecto, profesor Laurence Mee, del Instituto Marino de la Universidad de Portsmouth. «Sin un esfuerzo concertado por integrar la protección del mar en los planes de desarrollo de Europa, se perderán su biodiversidad y sus recursos.» Los científicos indican quiénes son los «ganadores» y los «perdedores» de la situación en cada mar. «En casi todos los casos han salido ganando bien especies de poca presencia en la cadena alimentaria, bien especies oportunistas e indeseables», se asegura en el informe. La eutrofización es uno de los problemas observados en todos los mares estudiados, si bien los más perjudicados son los mares cerrados (el Báltico, el Negro y, dentro del Mediterráneo, el Adriático). La producción alimentaria es la causa principal de la eutrofización, que es la entrada excesiva de nutrientes en el mar. Por desgracia, los cambios del estilo de vida indican que este problema probablemente empeorará, puesto que, a medida que se enriquece la gente, tiende a comer más carne, y producirla requiere más tierra que producir verduras y cereales. «Si no cambian considerablemente las prácticas agrícolas, el mayor consumo de proteínas incrementará también el volumen de proteínas que acaba en las masas de agua», se indica en el informe. Además, es probable que la intensificación de la ganadería, sobre todo en el Este de Europa, aumente las cantidades de amoníaco que se liberan al medio ambiente. El aumento de la riqueza también está vinculado a la pérdida de hábitats. «El incremento de la riqueza y de los desplazamientos de personas han conducido al aumento de las poblaciones costeras y del uso de los recursos de esas zonas», se indica en el informe. La construcción en zonas litorales ha supuesto la destrucción de muchos hábitats litorales y próximos a las costas. Por otro lado, aparte de su importancia medioambiental, muchos de estos ecosistemas son importantes destinos turísticos, por lo que su pérdida acarrearía graves consecuencias económicas. El transporte marítimo afecta también al ecosistema marino, puesto que transporta hasta nuevos mares a especies alóctonas. Muchas de esas especies invasoras compiten con las especies autóctonas y acaban ocupando su lugar. La Política Pesquera Común es el principal impulsor de los cambios que se están implantando en la pesca mediante el Total Admisible de Capturas (TAC) y otros regímenes de subsidio y apoyo. Sin embargo, los científicos observaron que es improbable que la gestión de la pesca al margen de otras cuestiones del medio ambiente conduzca a la sostenibilidad global. Con respecto a las sustancias químicas, una cuestión especialmente preocupante son las llamadas «sustancias químicas del estilo de vida» (lifestyle chemicals) que se encuentran en productos domésticos, que suelen acabar en el medio ambiente, aunque se sepa que muchas tienen efectos tóxicos. A pesar de ello, se dispone de escasa información sobre el destino de estas sustancias químicas una vez entran en el medio ambiente y lo que les pasa cuando se combinan en mezclas complejas. «Hay varios retos urgentes que atender si queremos que se aplique el concepto de gestión basada en el ecosistema propugnado en el borrador de la Directiva comunitaria sobre la estrategia marina y en el Libro Verde sobre política marítima», se concluye en el informe. «Según nuestras previsiones, si no se reacciona apoyando la evaluación y la gestión exhaustivas de los mares de cada región, continuará la degradación y se seguirán perdiendo oportunidades.» Además, los científicos hacen un llamamiento a que las autoridades políticas se preparen para afrontar retos nuevos e inesperados: «Es importante asegurarse de que la política marina del futuro no se circunscriba a cambios de estado y a las presiones ya conocidas, sino que otee el horizonte ininterrumpidamente a fin de reconocer las diversas incertidumbres que puede depararnos el futuro.»