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Un interferómetro láser europeo pone a prueba la teoría de la relatividad

El interferómetro láser VIRGO, un instrumento científico franco-italiano, ha entrado en funcionamiento. Se espera que esta poderosa infraestructura científica permita a los científicos poner a prueba la teoría de Albert Einstein sobre la existencia de ondas gravitatorias. Si...

El interferómetro láser VIRGO, un instrumento científico franco-italiano, ha entrado en funcionamiento. Se espera que esta poderosa infraestructura científica permita a los científicos poner a prueba la teoría de Albert Einstein sobre la existencia de ondas gravitatorias. Situado en Pisa (Italia), VIRGO está considerado como una de las infraestructuras científicas más grandes de Europa. Se compone de tres brazos perpendiculares, cada uno de tres kilómetros de largo. La longitud de cada brazo se extiende hasta los 120 kilómetros por efecto de múltiples reflejos producidos por una serie de espejos de gran calidad, cosa que permite a su detector captar señales gravitatorias. Este proyecto está cofinanciado por el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y el Instituto Italiano de Física Nuclear (INFN). En su teoría de la relatividad, Einstein describe las ondas gravitatorias como ondulaciones en la curvatura del espacio-tiempo generadas por sucesos cósmicos violentos como la explosión de una supernova o la fusión de un par de estrellas o de agujeros negros. Sin embargo, a causa de la débil amplitud de las ondas, los expertos no han sido capaces de interceptarlas y medirlas. El instrumento láser VIRGO, gracias a su banda de frecuencias, que se extiende de 10 hasta 6.000 Hz, es capaz de captar incluso las ondas gravitatorias más débiles. Para alcanzar la sensibilidad extrema necesaria para esta detección, y para evitar el ruido sísmico, cada componente óptico está aislado de los posibles movimientos de la tierra a una altura de diez metros. Además, puesto que la presencia de algún gas residual afectaría a las mediciones, los científicos han creado unos grandes depósitos de ultravacío por los que el haz de luz puede desplazarse sin interferencias. VIRGO funcionará día y noche, tratando permanentemente de captar ondas gravitatorias procedentes del Universo próximo (hasta el cúmulo de galaxias de Virgo). Cuando se detecten señales, se registrarán y se someterán a un análisis preliminar con la ayuda de un sistema informático en línea. A continuación, los datos se pondrán a disposición de la comunidad científica para someterlos a un estudio más exhaustivo. Los equipos de VIRGO están colaborando con científicos del LIGO (Observatorio de ondas gravitatorias por interferometría láser) de EE. UU. y del GEO (Detector de ondas de gravitación) germano-británico para unir fuerzas en la búsqueda de ondas gravitatorias. Se espera que la puesta en común de sus datos aumente las probabilidades de detectar las primeras ondas gravitatorias y proporcione más información sobre la ubicación de la fuente. Posteriormente se efectuará un análisis conjunto de los datos.

Países

Francia, Italia