Investigadores suizos y franceses desarrollan un motor rotativo para aeronaves
Investigadores suizos y franceses están desarrollando un motor rotativo novedoso diseñado para todo tipo de aviones ligeros y helicópteros en el marco del proyecto EUREKA. Este motor, que se basa en el motor rotativo de Wankel y en el que se combinan nuevas tecnologías de cámara de combustión y gestión electrónica, promete ser más fiable, más potente, compacto y tener un funcionamiento más fino que su competidor, el motor de cuatro tiempos. Además, el motor rotativo para aviones pequeños funcionará con carburante para reactores, de amplia disponibilidad, y no con el combustible avgas bajo en plomo de 100 octanos (100 LL), cada vez más escaso. Puesto que la industria de la aviación representa actualmente un 3% de las emisiones anuales de gas de efecto invernadero y se enfrenta a una presión creciente para resultar menos dañina para el medio ambiente, se prevé que el combustible avgas sea prohibido completamente por razones ambientales. El motor, que se basa en diseños del ingeniero alemán Felix Wankel, contará con un rotor, lo que obvia la necesidad de cigüeñales, pistones, válvulas y resortes y reduce el número de piezas móviles a tan sólo dos o tres piezas sólidas. Teniendo tan pocas piezas móviles, son menos los mecanismos que pueden fallar, por lo que este motor rotativo es mucho más fiable y seguro. Además, con la llegada de la electrónica de automoción moderna, que resuelve los problemas de control de la inyección y de la sincronización, el consumo de combustible de este motor es tan eficiente como el del motor de émbolo. «Decidimos tomar el bloque del motor rotativo y, partiendo de éste, construir un motor que pudiera retroadaptarse a todo tipo de aeronave», explicó Claude Geles, de Mistral Engines, uno de los socios del proyecto. «Montar un motor en una aeronave es un proceso delicado y muy costoso. Tuvimos que diseñar una transmisión apropiada. Ahora, la electrónica moderna hace posible sincronizar con exactitud la inyección y la ignición del combustible. El motor resultante se parece a una turbina; no es realmente una turbina, pero tiene muchas de sus ventajas, por ejemplo un nivel muy bajo de vibraciones, poco peso, es compacto y se refrigera con agua. Todo ello hace posible cambiar la potencia generada muy rápidamente sin crear tensión térmica en el motor», añadió el Sr. Geles. El paso siguiente para el proyecto KERO será obtener certificación plena de la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE. UU. El Sr. Geles confía en obtener dicha certificación en un plazo de dieciocho meses una vez finalice el proyecto, de forma que sus resultados podrían comercializarse en 2010. A partir de ese momento, el cielo será el único límite.
Países
Suiza, Francia