Importaciones de hidrógeno procedente del extranjero
La producción de hidrógeno fuera de la UE y su importación a través de largas distancias hasta el consumidor europeo, ¿es una solución económicamente viable y sostenible? La respuesta del proyecto ENCOURAGED, financiado con fondos comunitarios, es sí. El proyecto, financiado con cargo al Sexto Programa Marco (6PM), tuvo como objeto el análisis de la capacidad potencial de centros de producción de hidrógeno situados fuera de la UE y repartidos entre Marruecos, Argelia, Islandia, Noruega, Turquía y Ucrania. Asimismo, se identificaron centros en Rumanía y Bulgaria, países que todavía no pertenecían a la UE cuando se llevó a cabo el análisis. Estos centros se dedican a la generación de fuentes de energía limpia o renovable, como la procedente de la energía térmica solar, eólica, geotérmica, hidroenergética y de biomasa. El estudio del proyecto pone de manifiesto que, entre todos, los centros de producción podrían satisfacer las necesidades totales de hidrógeno de Europa desde la perspectiva más pesimista de la introducción del hidrógeno (400 teravatios-hora para 2040) y la mitad de las necesidades correspondientes a las proyecciones más optimistas (más de 1.000 teravatios-hora). El norte de África es la zona con más potencial (eólico y solar), seguida por Turquía (biomasa) y Noruega (hidroenergía). Ahora bien, estas fuentes de producción pueden tener un elevado coste de transporte y de compresión en las estaciones de carga, sin olvidar las emisiones de carbono procedentes de las rutas basadas en el consumo de combustibles fósiles, que precisan un análisis global. El estudio recomienda la consideración exclusiva de soluciones de gran alcance en el sentido de reducir costes a través de economías de escala. De todos los corredores de hidrógeno analizados, la energía geotérmica o de hidrógeno de Islandia ofrece el precio más bajo y las menores barreras a su uso alternativo y a la libre competencia. Le siguen el hidrógeno procedente de la hidroenergía de Noruega y Rumanía. En conclusión, los citados corredores podrían ser las primeras fuentes de importación de hidrógeno destinado al suministro de combustible de transporte. Cuando haya crecido la demanda de hidrógeno, a más del 10% de los vehículos en 2030, podrá plantearse la ampliación de la cartera, según se indica en el estudio. El informe termina subrayando la necesidad de profundizar en la investigación y en la evaluación de los pros y los contras de estos corredores de hidrógeno.