Polonia, pionera en la aplicación de directrices sobre pruebas genéticas
La Red de excelencia comunitaria EuroGentest ha asumido la misión de buscar la aplicación, en toda Europa, de unas directrices internacionales para la realización de pruebas genéticas. Y ha empezado con Polonia. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó, en junio, un documento de directrices de garantía de calidad en la realización de ensayos genéticos moleculares. Las normas abarcan las pruebas genéticas encaminadas a detectar variaciones en las secuencias de ADN de líneas germinales, esto es, secuencias de células germinales que contienen material genético transmisible a los hijos, y productos directos de los cambios en las secuencias genómicas heredables con posibles efectos en la salud o que puedan influir en la gestión de la salud de un individuo. Polonia es el candidato ideal para la aplicación de las directrices, según opina el genetista polaco Michal Witt, anfitrión de la gira que se organizó en este país en torno a la aplicación de las normas y procedimientos presentados por la OCDE el 19 de septiembre. «Para empezar, está la escasa regulación normativa de la práctica de pruebas genéticas en Polonia. A esto cabe añadir la resistencia de las autoridades políticas y legislativas a implicarse en lo que consideran un atolladero», explica el Profesor Witt. «Otro argumento a favor es el llamativo contraste entre la gran profesionalidad de los centros públicos de genética y la competencia ejercida por un creciente número de laboratorios, clínicas y empresas comerciales que se dedican a realizar pruebas genéticas sin más interpretación de resultados ni provisión de asesoramiento psicológico. Sin olvidar el crecimiento del interés y demanda por parte del público», agrega. El Profesor Witt tiene la esperanza de que la reunión haya servido para «animar a la clase política polaca a situar al país en cabeza de los territorios de aplicación, lo antes posible, de las directrices de la OCDE». El empleo de pruebas genéticas como herramienta de diagnóstico de enfermedades y predicción del riesgo de enfermedades ha experimentado un crecimiento constante desde los años ochenta. Actualmente, las están utilizando en algunos sectores médicos para determinar qué medicamentos debe tomar cada individuo, dependiendo de su variación genética. Si es cierto que los servicios genéticos en Europa se apoyan en unos conocimientos científicos de excelsa calidad, también lo es que presentan «un inaceptable nivel de error técnico y mala información, que tiene su origen en la falta de estructura y complementariedad a nivel europeo», afirman en la red EuroGentest. Los socios de EuroGentest se plantean estructurar, armonizar y mejorar la calidad global de los servicios genéticos, centrando su atención en los efectos jurídicos, sanitarios y económicos de las pruebas genéticas, los derechos de propiedad intelectual y los aspectos éticos y sociales. La adopción de las directrices de la OCDE en los Estados miembros de la UE ayudaría a realizar los objetivos planteados. Las directrices recomiendan la aplicación de normas mínimas en los sistemas de garantía de calidad y prácticas de ensayos genéticos moleculares en laboratorio, la promoción del reconocimiento mutuo de marcos de garantía de calidad, la intensificación de la cooperación internacional y el intercambio transfronterizo de muestras con fines clínicos, y el aumento de la confianza del público en la gobernanza de las pruebas genéticas moleculares.
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Polonia