La OMS pide más investigación sobre la seguridad del paciente
Se necesita más investigación para mejorar la seguridad del paciente, según declararon representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios en un congreso celebrado en Oporto (Portugal) cuyo tema es la investigación sobre la seguridad del paciente. Este congreso recibe el apoyo de la Comisión Europea, a través del Sexto Programa Marco (6PM), y del Ministerio de Sanidad de Portugal. Su objetivo es promover el diálogo entre investigadores, responsables de políticas y otros interesados y construir redes internacionales de investigación colaborativa en torno a este importante tema. «La investigación sobre la seguridad del paciente ofrece a todos los Estados miembros de la OMS un formidable recurso innovador en apoyo a sus hospitales para evitar que la atención sanitaria cause perjuicios y garantizar que la sanidad reduzca el sufrimiento del paciente, en lugar de agravarlo», declaró sir Liam Donaldson, Director General de Salud de Inglaterra y Presidente de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente de la OMS. «Los países europeos tienen ahora la oportunidad de convertir los resultados de la investigación en medidas concretas que permitan efectivamente salvar vidas.» Según cálculos de la OMS, como promedio, uno de cada diez pacientes hospitalizados en Europa ha resultado víctima de alguna forma de daño prevenible, y cada año, a escala mundial, decenas de millones de pacientes son víctimas de lesiones discapacitantes o mueren como consecuencia de prácticas médicas peligrosas. Sir Liam Donaldson intervino en el congreso y declaró que la investigación resulta clave para garantizar la seguridad del paciente. «¿Cuándo podremos afirmar que hemos dado con el modo de que la atención sanitaria sea más segura?», preguntó. Sir Liam Donaldson instó al establecimiento de pautas para la recopilación y la medición de datos, así como a la realización de un análisis detallado de la información a nivel local. Asimismo, es necesario realizar más investigaciones sobre las causas de los errores médicos, señaló, y recalcó que se refería también a ámbitos que son de «sentido común» en apariencia, como el lavado de manos y los efectos de que los médicos trabajen en turnos muy largos. La OMS destaca seis áreas en las que es necesario investigar de forma urgente. Encabezan la lista las infecciones asociadas a la atención de la salud, que afectan a entre un 5% y un 10% de los pacientes del mundo desarrollado; mientras que en algunos países en desarrollo pueden llegar a afectar a la cuarta parte de los pacientes. «Dado el ascenso repentino de la resistencia antimicrobiana en el mundo, es fundamental que la investigación se centre en la resistencia antimicrobiana y en la propagación de los patógenos resistentes a múltiples fármacos», declaran desde la OMS. Las reacciones adversas a los medicamentos son otro tema preocupante para la OMS, que asegura que la mitad de estas reacciones son prevenibles. Al menos el 50% del total de los episodios adversos ocurre en los quirófanos, pero hay una amplia variación geográfica en la incidencia de errores quirúrgicos y de anestesia. De nuevo, la OMS propone que se lleven a cabo más investigaciones para dar con las causas. En la lista de la OMS figura también el problema de las prácticas de inyección peligrosas. A escala mundial, hasta un 40% de las inyecciones se administran con jeringas y agujas reutilizadas sin esterilización previa, lo que causa aproximadamente 1,3 millones de defunciones por año. Otro problema grave es el uso de productos sanguíneos contaminados, especialmente en los países en vías de desarrollo, donde es causante de entre el 5% y el 15% de los contagios del VIH. Se necesita investigación sobre los aspectos más amplios de la seguridad de la sangre, incluidos los factores de riesgo relacionados con el comportamiento de los donantes de sangre. Por último, la OMS solicita una mayor intervención para abordar reacciones adversas a dispositivos médicos. En los Estados Unidos se registran anualmente más de un millón de esas reacciones adversas y el problema es mucho peor en los países en desarrollo, donde hasta la mitad del equipamiento médico se encuentra en mal estado o es totalmente inutilizable. En general, se necesita investigar más acerca de la seguridad del paciente en los países en desarrollo. Actualmente la mayoría de los datos versan sobre países desarrollados. «Tenemos que comprender en qué se traducen los hallazgos en los países en desarrollo», dijo David Bates, de la Universidad de Harvard y de la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente de la OMS. «¿Cuál es la epidemiología de los países en desarrollo y en transición? ¿Qué soluciones son exportables? ¿Cuáles resultan rentables? Es indudable que la sanidad peligrosa supone una carga considerable, sobre todo en los países en vías de desarrollo. Se necesita mucha más información.»
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