Una producción de madera «indiscutiblemente» más eficiente
En los últimos años, la identificación por radiofrecuencia (RFID), una tecnología que permite controlar y rastrear por medios electrónicos a personas y mercancías, ha encontrado muchas aplicaciones empresariales en una amplia variedad de sectores, desde el comercio minorista a las empresas farmacéuticas. La última de estas aplicaciones, que está desarrollándose dentro de un proyecto financiado con fondos comunitarios, está dirigida a la industria de la producción de madera. Financiado dentro del Sexto Programa Marco (6PM), el proyecto Indisputable Key reúne a veintiocho socios de Estonia, Francia, Finlandia, Noruega y Suecia con el objeto de desarrollar un sistema de rastreo que aumente la eficiencia de la producción maderera. El uso eficiente de la madera como materia prima no es algo fácil de lograr. Cuando se talan los árboles para la producción de la madera, a menudo la calidad de la materia prima no se conoce totalmente hasta las últimas etapas del proceso de producción. Esto significa que, debido a su baja calidad, algunas maderas se descartan y se talan más árboles de los necesarios. Asimismo, es difícil vender subproductos no deseados. Según el coordinador del proyecto, Richard Uusijärvi, el proceso de producción tradicional conduce a enormes pérdidas económicas y medioambientales. «Con el método tradicional se desperdicia mucha madera y energía. También hay pérdida de tiempo de producción», explicó a CORDIS Noticias. Se estima que se desperdicia hasta un 20% de la madera, cuyo valor, según el consorcio del proyecto, ronda los 2.000 millones de euros anuales. Con un presupuesto de doce millones de euros durante los próximos tres años, el consorcio trabajará para desarrollar un sistema avanzado de tecnología de la información que sea capaz de rastrear la madera a través de la cadena de suministro, desde el bosque al aserradero, y hasta llegar a los clientes. El proyecto pondrá en práctica la investigación y el desarrollo que se llevaron a cabo dentro de Lineset, un proyecto anterior financiado con fondos comunitarios. Una vez que se talan árboles y se cortan en troncos, cada tronco puede marcarse con un código único, utilizando un microchip incorporado. Cuando se conecta a una base de datos, este sistema puede proporcionar información sobre el tronco, como el diámetro a la altura del pecho, el tipo de tronco, y el sitio y la fecha de tala. «Los chips ayudan a recrear los conocimientos de estas propiedades en cada etapa del proceso de producción», afirmó el Sr. Uusijärvi. Conocer la calidad de cada tronco asegurará que la madera se procese correctamente. También se estudiará una pintura que contendrá «nanosensores» simples, que pueden leerse utilizando un rayo láser que puede atravesar el hielo y el polvo. «La caracterización de los diferentes tipos de tronco permitirá recoger datos sobre las propiedades de esos árboles y decidir cuáles son los más adecuados para su recolección», explicó el Sr. Uusijärvi. «Con esta tecnología, la idea es marcar todos los troncos de acuerdo al tipo, incluyendo unos pocos troncos concretos.» Cuando los troncos se corten en tablas, también éstas se marcarán, lo que permitirá que la gestión logística sea mejor. Este control también tranquilizará a los clientes concienciados con el medio ambiente, quienes exigen que la madera que compran no provenga de hábitats en peligro. El Sr. Uusijärvi cree que el sistema de etiquetado puede despertar mucho interés por parte de la industria. Ya la mayor parte del consorcio son socios industriales de los sectores de la fabricación con madera y de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Por ahora, nadie sabe cuánto le costará a la industria tal sistema de rastreo, pero el Sr. Uusijärvi espera que, para cuando hayan pasado los tres años, el consorcio habrá dado con una serie de tecnologías interoperables que serán asequibles y atractivas.