Europa debe plantearse un enfoque más integrado del sistema alimentario, preconiza la ESF
Los científicos reunidos en la conferencia organizada por la Fundación Europea de la Ciencia (ESF), en el marco de la Cooperación Europea en el Campo de la Investigación Científica y Técnica (COST), han reclamado un nuevo planteamiento más integrado del estudio de los hábitos alimentarios en Europa. El conocimiento del sistema alimentario europeo es necesario no sólo para preparar a Europa ante la formación de nuevos mercados alimentarios, sino también para hacer frente a los retos del propio mercado, según afirman. Los alimentos son unas mercancías de valor mundial. La dieta media europea tiene más variedad de carnes y hortalizas que hace una década, según los datos de la ESF; lo cual significa también que los alimentos recorren más kilómetros para llegar a las mesas europeas. La razón de ello es que la inmigración a la UE trae consigo, cada vez más, un cambio en las preferencias, tradiciones y hábitos alimentarios. Además, el envejecimiento de la población, la obesidad, el crecimiento de la riqueza y el alargamiento de la jornada laboral tienen un fuerte impacto en el sistema alimentario, lo mismo que los cambios en la política agrícola común (PAC) y las disposiciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el clima, la degradación de los suelos y otros factores medioambientales. «El abastecimiento alimentario requiere un nuevo planteamiento descriptivo. Estamos reclamando la aplicación de un enfoque integral en los sistemas alimentarios», advierte Thomas Henrichs, asesor - Instituto Nacional de Investigación Ambiental de Dinamarca. «El enfoque de sistemas alimentarios incluye, además de las actividades específicas del abastecimiento alimentario, como son, por ejemplo, el cultivo y tratamiento de las judías verdes, y el acondicionamiento para su transporte y distribución, también las consecuencias del consumo de judías verdes para el entorno, la economía, y la salud y el bienestar del consumidor». Ahora bien, el europeo no es el único mercado en evolución. De hecho, las mutaciones han alterado los mercados mundiales. Sirva como ejemplo el crecimiento del consumo de carne en China y del consumo de productos lácteos en la India, con las consecuencias que ello conlleva en Europa también. «Hasta hace poco, Europa realizaba inversiones intensivas en su sistema alimentario con relativo aislamiento», explica Rudy Rabbinge, de la Universidad de Wageningen (Países Bajos). «Sin embargo, Europa no tiene más remedio que reformar su sistema alimentario para sacar provecho de los nuevos mercados». Al estudiar los sistemas alimentarios, los científicos confían en poder mejorar el conocimiento de los factores socioeconómicos, políticos y culturales en los hábitos de consumo europeos. Asimismo, quieren animar a la industria alimentaria y los responsables políticos a ampliar su perspectiva y abarcar la totalidad del sistema alimentario para poder incrementar la eficacia global.