La simbiótica es buena para la dieta y la salud, según un proyecto europeo
Un proyecto financiado con fondos comunitarios ha demostrado que tanto la composición como la actividad de la microflora intestinal, que tiene una función importante en la conservación de la salud, pueden verse mejoradas mediante la incorporación de la prebiótica y la probiótica en la dieta de un individuo. Mientras que las bacterias probióticas son conocidas por sus efectos positivos en la salud gastrointestinal humana, los mecanismos de estos efectos todavía no se comprenden totalmente. El proyecto EU & Microfunction intentó determinar la eficacia de la probiótica, la prebiótica y la simbiótica (una combinación de probiótica y prebiótica que apoya el crecimiento de la probiótica). A través de su investigación sobre la interacción entre la microflora y el huésped a nivel intestinal, los socios del proyecto lograron desarrollar combinaciones simbióticas cuidadosamente combinadas con una gran eficiencia. Luego llevaron a cabo más pruebas clínicas para investigar los efectos de la simbiótica en la salud y el bienestar utilizando biomarcadores específicos. Finalmente, los investigadores hallaron que al añadir un simbiótico a la dieta de individuos sanos mejoraba su salud gastrointestinal aumentando los niveles de la bifidobacteria y del butirato. También es importante el hecho de que hayan descubierto que la combinación simbiótica mejoraba el estado antioxidante del cuerpo humano. El estrés oxidativo, cuando los antioxidantes están a niveles más bajos de lo normal, está considerado como la causa de muchas condiciones como la inflamación crónica, la enfermedad cardiovascular y la obesidad. «Estos hallazgos son un gran adelanto», afirmó la Dra. Anne Franck, una socia del proyecto. «La mejora de los biomarcadores de actividad antioxidativa que se ven con el complemento simbiótico en este estudio es prometedora y garantiza más investigación, especialmente desde que se sabe que el estrés oxidativo es perjudicial para nuestros cuerpos», añadió. Los resultados arrojan nueva luz sobre el desarrollo de recomendaciones dietéticas que se necesitan para mantener y mejorar la salud intestinal de los ciudadanos europeos. Éstos también proporcionarán a la UE y a los Estados miembros la información relevante para formular una política basada en la dieta para combatir la carga económica de enfermedades relacionadas con los intestinos. El proyecto fue financiado por el programa Quality of Life del Quinto Programa Marco (5PM). En él estuvieron involucrados socios de seis Estados miembros de la UE y de Australia.
