Un proyecto comunitario muestra que la seguridad de los coches no es sólo ingeniería
La seguridad de los coches es un tema prioritario en la agenda europea. A lo largo de los años, los fabricantes de coches han venido desarrollando principalmente sistemas de ingeniería dotados de una larga serie de artilugios y características para hacer de la conducción una experiencia segura y más agradable. Ahora, con 2,6 millones de euros en financiación comunitaria, el proyecto DIPLECS reunirá a investigadores de cuatro Estados miembros para desarrollar un sistema cognitivo que protegerá tanto a conductores como a peatones. Muchos de los coches nuevos que salen de las líneas de producción actuales están equipados con varios dispositivos automáticos que asisten al conductor, como sistemas de detección de colisiones, frenado antibloqueo (ABS) y control de tracción. No obstante, dada la complejidad de toda situación de conducción y el papel clave del conductor en los momentos previos a un choque, muchos expertos opinan que no basta con centrarse únicamente en los sistemas de ingeniería. «Necesitamos soluciones mucho más inteligentes que éstas. Los sistemas del futuro captarán una visión total de la situación de la carretera y del tráfico y la analizarán», explicó el Dr. Michael Felsberg de la Universidad de Linköping (Suecia), que coordina el proyecto DIPLECS. Con esto en mente, los socios de DIPLECS diseñarán un «sistema cognitivo artificial» capaz de aprender y adaptarse a situaciones de la vida real, cuyos peligros subestiman a menudo los conductores. El sistema se centrará principalmente en ofrecer asistencia y consejos al conductor del coche. En el proyecto se construirán modelos basados en la conducta de un conductor dado y se preverá lo que éste debería hacer al enfrentarse a una situación de conducción específica. El sistema tendrá también la capacidad de extraer y analizar información clave del entorno y de prever el estado del coche en caso de sufrir un choque. Los socios del proyecto evaluarán la arquitectura y sus componentes en tres modos diferentes: desconectado (offline) con datos registrados en un vehículo real; en línea en un vehículo real; y en línea en un coche modelo. Según los socios, estos modos diferentes les permitirán analizar diversas capacidades de asistencia, concretamente «general», «en tiempo real pasivo» y «en tiempo real activo», en un entorno seguro. Se espera que DIPLECS suponga un alivio a largo plazo para los conductores, ya que la flexible arquitectura del sistema cognitivo podrá ofrecer una mejor seguridad en carretera. Además de la Universidad de Linköping, en el proyecto DIPLECS participan la Universidad Técnica Checa de Praga (República Checa), la École d'Ingénieurs de París (Francia), Autoliv Development AB (Suecia) y la Universidad de Surrey (Reino Unido).