Sosegando los ánimos en el enfrentamiento sobre el cormorán
Investigadores cuya labor ha sido financiada por la UE han diseñado un plan de acción compuesto de cinco pasos para llegar a un acuerdo en el desencuentro entre pescadores y conservacionistas sobre el futuro del cormorán. El cormorán se encuentra en estos momentos en el centro de una batalla entre los conservacionistas, ilusionados con el aumento de la población de esta ave, lo que da mérito a los métodos conservacionistas empleados en los últimos años, y los pescadores, que acusan al cormorán de rivalizar con ellos en sus capturas. Estos pájaros (cuyo nombre científico es Phalacrocorax carbo) son comunes en lagos y ríos europeos; han colonizado las zonas de aguas interiores y con sus afilados picos son voraces cazadores de peces, anguilas y serpientes de agua. Estos pájaros migratorios se aparean en el norte de Europa y la zona del Mar Báltico, pero pasan la temporada invernal en el Mediterráneo. Dado que el cormorán, al migrar, cruza constantemente fronteras, los intentos para formular una estrategia de gestión que concilie los intereses enfrentados de conservacionistas y pescadores han resultado infructuosos hasta ahora. «Cuando veinticinco Estados miembros están implicados, es muy difícil redactar una normativa con la que todos estén satisfechos. Basta que un Estado miembro esté disconforme para que el plan no se materialice», explicó Vivien Behrens del Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ) de Leipzig. «En Europa esto es claramente un problema institucional. ¿Quién tiene la responsabilidad? ¿Las agencias de conservación, las autoridades pesqueras u otras instituciones? Hay muchos niveles distintos involucrados, tanto regionales como nacionales e internacionales, pero no existe un lugar concreto que los enlace.» Los investigadores creen que es posible encontrar una estrategia aceptable con la que tratar el problema. En 2003 el US Fish and Wildlife Service (Servicio estadounidense de pesca, flora y fauna) creó un plan para tratar el problema del cormorán que incluía soluciones tan útiles como asustarles sin disparar, limitar el daño en las piscifactorías locales y una reducción de recursos rigurosamente vigilada. Para encontrar un término medio en Europa, los investigadores han diseñado un plan con cinco puntos de acción que han publicado en un artículo de la revista Environmental Conservation. El primer paso consistiría en obtener información precisa del número de cormoranes que existen en los países de la UE, puesto que todavía no se ha calculado. A continuación se compararían la cantidad y la situación de los cormoranes en distintas regiones de la UE. Se debe efectuar también un análisis de la rentabilidad de distintas opciones de gestión, además de crear un modelo común de la población total de cormoranes en la UE. Por último, se deberá establecer una institución que se haga responsable de supervisar la estrategia común de gestión. Los científicos confían en que, si se generan suficientes datos precisos y se implanta un sistema de gestión sistemática, podrían reconciliarse los intereses de la industria pesquera y los conservacionistas. El apoyo de la UE a esta investigación provino del proyecto FRAP («Desarrollo de un marco procedimental para planes de actuación con los que solucionar conflictos entre la conservación de los grandes vertebrados y la explotación de recursos biológicos: pesca y vertebrados ictiófagos como caso modelo»), que está financiado por el programa temático «Energía, medio ambiente y desarrollo sostenible» del Quinto Programa Marco (5PM).
Países
Alemania